sábado, 29 de junio de 2013

Capítulo 83.

De: Anastasia Steele.
Asunto: Visitantes de climas soleados.
Para: Zayn Malik

Querido completa y absolutamente LIyE:
Ethan está de vuelta, y vendrá a buscar las llaves del departamento. Realmente me gustaría asegurarme de que se asiente bien. ¿Por qué no me buscas después del trabajo? Podemos ir al departamento y luego ir TODOS a cenar, tal vez.
¿Invito yo?

Anastasia x

Aún LSI

Anastasia Steele.
Asistente de Jack Hyde, Coordinador Editorial, AIPS

De: Zayn Malik
Asunto: Salida a cenar
Para: Anastasia Steele

Apruebo el plan. ¡Excepto la parte de que tú pagas!
Yo invito.
Te busco a las 6:00.
X

PD: ¡¡¡¡¿Por qué no estás usando tu BlackBerry?!!!!

Zayn Malik
Completa y absolutamente molesto, Gerente General, Empresas Malik Holdings Inc.

De: Anastasia Steele
Asunto: Mandón.
Para: Zayn Malik

Oh, no seas tan malhumorado.
Está todo en código.
Te veo a las 6:00
Anastasia x

Anastasia Steele
Asistente de Jack Hyde, Coordinador Editorial, AIPS.

De: Zayn Malik
Asunto: Mujer Exasperante.
Para: Anastasia Steele

¡Malhumorado!
Te daré tu malhumorado.
Y espéralo.

Zayn Malik
Completa y absolutamente más molesto, pero sonriendo por alguna razón
desconocida, Gerente General, Empresas Malik Holdings Inc.


De: Anastasia Steele
Asunto: Promesas, promesas
Para: Zayn Malik

Adelante, Sr. Malik.
Lo estoy esperando también. ;D
Anastasia x

Anastasia Steele
Asistente de Jack Hyde, Coordinador Editorial, AIPS.

No contesta, pero no espero que lo haga. Lo imagino quejándose de las señales confusas, y el pensamiento me hace sonreír. Fantaseé brevemente sobre qué podría hacerme, pero me encontré moviéndome en mi silla. Mi subconsciente me mira con desaprobación sobre sus lentes de media luna… ponte a trabajar.


Un poco más tarde, mi teléfono vibra. Es Claire en la recepción.

—Hay un chico realmente lindo que quiere verte. Debemos salir a tomar algo alguna vez, Anastasia. Seguro que conoces hombres guapos —susurra en complicidad a través del teléfono.

¡Ethan! Tomando las llaves de mi bolso, me apresuro al recibidor.
Cabello blanqueado y rubio por el sol, un bronceado para morir, y una mirada brillante me mira desde el sofá de cuero verde. Tan pronto como me ve, su boca se cae abierta, y está de pie viniendo hacia mí.

—Wow, Anastasia. —Me frunce el ceño mientras se inclina para abrazarme.

—Te ves bien. —Le sonrío.

—Tú te ves… wow… diferente. Mucho más sofisticada. ¿Qué sucedió? ¿Cambiaste tu cabello? ¿Ropa? No lo sé, Steele, ¡pero te ves ardiente!

Me sonrojo.

—Oh, Ethan, es mi ropa de trabajo —digo mientras Claire mira con una ceja arqueada y una pequeña sonrisa— ¿Cómo estuvo Barbados?

—Divertido —dice

—¿Cuándo vuelve Kate?

—Ella y Elliot vuelan el viernes. Van es serio el uno con el otro. —Ethan rueda sus ojos.

—La he extrañado.

—¿Sí? ¿Cómo has estado con el Magnate?

—¿El magnate? —suelto—Bueno, ha sido interesante. Nos llevará a cenar esta noche.

—Genial —Ethan parece genuinamente complacido. ¡Uf!

—Ten. —Le doy las llaves— ¿Tienes la dirección?

—Sí, hasta luego, nena. —Se inclina y besa mi mejilla.

—¿La expresión de Elliot?

—Sí, como que se te pega.

—Pues sí. Hasta luego. —Le sonrío mientras toma su gran mochila de al lado del sofá y sale del edificio.

Cuando giro, Jack me está mirando de un lado del recibidor, su expresión ilegible.

Le sonrío brillantemente y vuelvo a mi escritorio, sintiendo sus ojos en mí todo el tiempo. Esto comienza a ponerme nerviosa. ¿Qué hago? No tengo idea. Deberé esperar a que vuelva Kate. Pronto idearía un plan. El pensamiento disipa mi humor y tomo el siguiente manuscrito.


A las seis menos cinco, mi teléfono suena. Es Zayn.

—Malhumorado aquí —dice y sonrío. Todavía es el Cincuenta juguetón. Mi Diosa interior está aplaudiendo con alegría como un niño pequeño.

—Bueno, ésta es la Loca Sexual Insaciable. ¿Supongo que estás afuera? —pregunto secamente.

—Lo estoy, de hecho, Señorita Steele. Deseando verla. —Su voz es cálida y seductora, y mi corazón se hincha ampliamente.

—Lo mismo, Sr. Malik. Saldré de inmediato. —Cuelgo.

Apago mi computadora y reúno mi bolso y saco color crema.

—Me voy, Jack —anuncio.

—De acuerdo, Anastasia. ¡Gracias por lo de hoy, cariño! Ten una gran noche.

—Tú también.

¿Por qué no puede ser así todo el tiempo? No lo entiendo.

El Audi está estacionado en la curva, y Zaynn sale tan pronto como me aproximo. Se ha sacado su chaqueta, y está usando sus pantalones grises, mis favoritos, que cuelgan de sus caderas, de ese modo. ¿Cómo puede este dios griego ser para mí? Me encuentro sonriendo como una tonta en respuesta a su sonrisa estúpida.

Ha pasado todo el día actuando como un novio enamorado, enamorado de mí. Este adorable, complejo, impecable hombre está enamorado de mí, y yo de él. La alegría explota inesperadamente dentro de mí, y saboreo el momento mientras siento brevemente que podría conquistar el mundo.

—Señorita Steele, se ve tan cautivadora como esta mañana. —Zayn me arrastra a sus brazos y me besa sonoramente.

—Sr. Malik, usted también.

—Vamos por tu amigo. —Me sonríe y abre la puerta.

Mientras Taylor se dirige al departamento, Zayn me cuenta de su día, uno mucho mejor que el de ayer, parece. Lo miro con adoración mientras intenta explicar una nueva barrera que el departamento de ciencia ambiental en la universidad en Vancouver ha hecho. Sus palabras significan muy poco para mí, pero estoy cautivada por su pasión e interés en el asunto. Tal vez esto será así, buenos y malos días, y si los días buenos son así, no tendré mucho de qué quejarme. Me entrega una hoja de papel.

—Estas son las horas que Claude tiene libre esta semana —dice.

¡Oh! El entrenador.

Mientras estacionamos en el edificio de mi departamento, saca su BlackBerry del bolsillo.

—Malik —responde—Ros, ¿qué pasa? —Escucha con intensidad, y puedo decir que es una conversación importante.

—Iré a buscar a Ethan. Serán dos minutos —modulo a Zayn y levanto dos dedos.

Asiente, obviamente distraído por la llamada. Taylor abre la puerta, sonriéndome con calidez. Le sonrío, incluso Taylor asiente. Presiono el interfono de la entrada y grito felizmente en él.

—¡Hola Ethan, soy yo! Déjame entrar.

La puerta suena y me dirijo arriba al departamento. Se me ocurre que no he estado allí desde la mañana del sábado. Parece demasiado atrás. Ethan ha dejado amablemente la puerta de adelante abierta. Entro al departamento y, no sé por qué, me detengo instintivamente tan pronto como pongo un pie dentro. Me tomo un momento para darme cuenta de que es porque la pálida, delgada figura parada en la isla de la cocina, sosteniendo un pequeño revólver. Es Leila, y me está mirando impasible.


No hay comentarios:

Publicar un comentario