martes, 25 de junio de 2013

Capítulo 46.

No sé qué convenciones sociales usar al conocer a reconocidas abusadoras de niños. Está sonriendo dulcemente y gesticulándome para que me siente a la mesa.

Y porque me falta cualquier ámbito de referencia, hago lo que me pide con deslumbrante educación, agradecida de que aún llevo mi máscara.

—Seré breve, Anastasia. Sé que piensas de mí… Zayn me lo dijo.

La miro impasible, no dejando ver nada, pero agradezco que ella sepa. Eso me salva de decirle, y ella está yendo al grano. Parte de mí está más allá de la intriga acerca de lo que podría decir.

Se detiene, mirando por encima de mi hombro.

—Taylor nos está mirando.

Miro alrededor para verlo escaneando la tienda desde la entrada. Sawyer está con él. Están mirando a cualquier lugar excepto a nosotros.

—Mira, no estaremos por mucho —dice apresuradamente—. Debe ser bastante obvio para ti que Zayn te ama. Nunca lo he visto así, nunca. —Enfatiza la última palabra.

¿Qué? ¿Amarme? No. ¿Por qué me lo está diciendo? ¿Para tranquilizarme? No entiendo.

—No te lo ha dicho porque es probable que él mismo no se haya dado cuenta. A pesar de que se lo he dicho, pero así es Zayn. No es muy atento a posibles sentimientos y emociones que puede tener. Vive demasiado en lo negativo. Pero entonces probablemente puedas trabajar en eso por ti misma. Él no se valora.

Me tambaleo. ¿Zayn me ama? No lo ha dicho, ¿y esta mujer le ha dicho cómo se siente? Todo esto me supera.

Un centenar de imágenes bailan a través de mi cabeza: El iPad, el planeador, volar para verme, todas sus acciones, su posesividad, sus cien mil dólares por un baile.

¿Es esto amor?
Y lo estoy oyendo de esta mujer, tenerla confirmándome esto es, francamente, no bienvenido. Prefiero oírlo de él.
Mi corazón se contrae. ¿Zayn no se valora? ¿Por qué?

—Nunca lo he visto tan feliz, y es obvio que tienes sentimientos por él también -Una breve sonrisa curva las esquinas de sus labios— Eso es genial, y les deseo a ambos lo mejor de todo. Pero lo que quería decir es que si lo hieres otra vez, te encontraré mujer, y no va a ser placentero cuando lo haga.

Me mira fijamente, con sus ojos azules helados enterrándose en mi cráneo, tratando de meterse bajo mi máscara. Su amenaza es tan sorprendente, tan fuera del límite que una involuntaria risita incrédula escapa de mí. De todas las cosas que pudo decirme, esta es la menos esperada.

—¿Piensas que es divertido, Anastasia? —Me escupe con incredulidad—Tu no lo viste el último sábado.

Mi rostro cae y se oscurece. El pensamiento de Zayn infeliz no es uno agradable, y el último sábado lo dejé. Y él debió ir a ella. La idea me hace marear.

¿Por qué estoy sentada aquí escuchando esta mierda de ella entre todas las personas? Lentamente me curvo, mirándola intencionadamente.

—Me estoy riendo por su audacia, Sra. Lincoln. Zayn y yo no tenemos nada que hacer con usted. Y si lo dejo y usted viene buscándome, estaré esperando; no lo dude. Y quizás le dé una probada de su propia medicina en nombre del niño de quince años del que abusó y probablemente jodió incluso más de lo que ya estaba.

Su boca se abre.

—Ahora si me disculpa, tengo mejores cosas que hacer que perder mi tiempo con usted.

Giro sobre mis talones, adrenalina y furia corriendo por mi cuerpo y camino hacia la entrada donde Taylor está de pie justo cuando llega Zayn, luciendo nervioso y preocupado.

—Aquí estás —murmura, luego frunce el ceño cuando ve a Elena.

Paso a su lado, sin decir nada, dándole la posibilidad de elegir... ella o yo. Él hace la elección correcta.

—Anastasia —llama. Me detengo y lo enfrento cuando me alcanza—. ¿Qué ha pasado?

Mira hacia abajo, a mí, la preocupación grabada en su cara.

—¿Por qué no le preguntas a tu ex? —bufo ácidamente.

Su boca se tuerce y sus ojos se congelan.

—Te estoy preguntando a ti —dice, su voz suave pero con un matiz de algo más amenazante.

Nos miramos el uno al otro. Está bien, puedo ver que si no le digo terminará en una pelea.

—Ella me estaba amenazando con perseguirme si te lastimo de nuevo... probablemente con un azote —le dije bruscamente.

Alivio destella en su cara, su boca se ablanda con humor.

—¿Seguramente la ironía de eso no se perdió para ti? —dice y puedo decir que él está tratando de reprimir su diversión.

—¡Esto no es gracioso, Zayn!

—No, tienes razón. Hablaré con ella. —Él adopta su cara seria, aunque todavía está reprimiendo su diversión.

—No harás tal cosa. —Doblo mis brazos, la furia pinchando de nuevo.

Él parpadea hacia mí, sorprendido por mi arrebato.

—Mira, sé que estás atado con ella financieramente, olvida el juego de palabras, pero...

Me detengo. ¿Qué le estoy pidiendo que haga? ¿Dejarla? ¿Dejar de verla? ¿Puedo hacer eso?

—Tengo que ir al baño. —Lo miro, su boca extendida en una línea sombría.

Él suspira y ladea su cabeza hacia un lado. ¿Podría lucir más caliente? ¿Es la máscara o sólo él?

—Por favor, no te enojes. No sabía que ella estaba aquí. Dijo que no iba a venir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario