miércoles, 19 de junio de 2013

Capítulo 14.

Cincuentas es un bar cavernoso, impersonal con banderines de beisbol y posters colgando de las paredes. Jack está en el bar con Elizabeth, Courtney, la otra coordinadora editorial, dos chicos de finanzas y Claire de recepción. Ella está usando sus pendientes de aro de marca.

—¡Hola, Anastasia! —Jack me alcanza una botella de Bud.

—Salud… gracias —murmuro, aún tambaleante por mi encuentro con la chica fantasma.

—Salud. —Chocamos nuestras botellas, y continúa su conversación con Elizabeth.

Claire me sonríe dulcemente.

—Así que, ¿cómo estuvo tu primera semana? —pregunta.

—Bien, gracias. Todos parecen muy amigables.

—Pareces mucho más feliz hoy.

Me sonrojo.

—Es viernes —murmuro rápidamente— Entonces, ¿tienes planes para este fin de semana?

Mi técnica de distracción patentada funciona y estoy salvada. Claire resulta ser una de siete niños, y viene de una gran familia toda junta en Tacoma. Se vuelve muy animada y me doy cuenta de que no he hablado con ninguna mujer de mi edad desde que Kate se fue a Barbados.

Distraídamente me pregunto cómo están Kate… y Elliot. Debo recordar preguntarle a Zayn si ha oído de él. Oh, y Ethan, su hermano, regresará el próximo martes, y va a quedarse en nuestro apartamento. Puedo imaginar que Zayn no va a estar feliz por esto. Mi anterior encuentro con la extraña chica fantasma se desliza fuera de mi mente.

Durante mi conversación con Claire, Elizabeth me alcanza otra cerveza.

—Gracias —le sonrío.

Es fácil hablar con Claire, le gusta hablar, y antes de que me dé cuenta, voy por mi tercera cerveza, cortesía de uno de los chicos de finanzas.

Cuando Elizabeth y Courtney se van, Jack se une a Claire y a mí. ¿Dónde está Zayn? Uno de los chicos de finanzas engancha a Claire en una conversación.

—Anastasia, ¿piensas que tomaste la decisión correcta viniendo aquí?

La voz de Jack es suave, y está parado un poco demasiado cerca. Pero he notado que tiene tendencia a hacer eso con todos, incluso en la oficina.

—He disfrutado esta semana, gracias, Jack. Sí, pienso que tomé la decisión correcta.

—Eres una chica muy brillante, Anastasia. Llegarás lejos.

Me sonrojo.

—Gracias —murmuro, porque no sé qué más decir.

—¿Vives lejos?

—En el barrio Pike Market.

—No muy lejos de mi casa. —Sonriendo, se mueve incluso más cerca y se apoya en la barra, efectivamente atrapándome—. ¿Tienes planes para este fin de semana?

—Bien… uhm…

Lo siento antes de verlo. Es como si mi cuerpo entero estuviera en sintonía con su presencia. Me relaja y me enciende al mismo tiempo, una extraña dualidad interna, y siento ese extraño pulso de electricidad.

Zayn corre su brazo alrededor de mis hombros en lo que parece un casual despliegue de afecto, pero sé que es diferente. Está apostando una reclamación, y en esta ocasión, es bienvenida. Suavemente besa mi cabello.

—Hola, nena —murmura.

No puedo evitar sino sentir alivio, seguridad y excitación con su brazo alrededor de mí. Me jala a su lado, y lo miro hacia arriba mientras mira a Jack, su expresión impasible. Girando su atención a mí, me da una breve sonrisa torcida seguida de un beso ligero. Está vistiendo su chaqueta azul marino de raya diplomática por encima de unos jeans y una abierta camisa blanca. Luce comestible.

Jack se arrastra hacia atrás incómodamente.

—Jack, este es Zayn —murmuro en tono de disculpa. ¿Por qué me estoy disculpando?— Zayn, Jack.

—Soy el novio —dice Zayn con una pequeña fresca sonrisa que no alcanza sus ojos y sacude la mano de Jack. Miro hacia arriba a Jack quien está mentalmente asesinando al magnífico espécimen de masculinidad enfrente de él.

—Soy el jefe —replica Jack arrogantemente—Anastasia me hablo de un exnovio.

Oh, mierda. No te conviene jugar a este juego con Cincuenta.

—Bueno, no un ex por mucho tiempo —replica Zayn calmadamente— Vamos,nena, hora de irnos.

—Por favor, quédense y acompáñennos con una bebida —dice Jack con amabilidad.

No pienso que sea una buena idea. ¿Por qué es esto tan incómodo? Miro a Claire, quien está, por supuesto, mirando fijamente, con la boca abierta, y con franca apreciación carnal a Zayn. ¿Cuándo dejaré de preocuparme por el efecto que tiene en otras mujeres?

—Tenemos planes —replica Zayn con su enigmática sonrisa.

¿Los tenemos? Y un escalofrío de anticipación corre a través de mi cuerpo.

—En otra ocasión será —agrega— Vamos —me dice mientras toma mi mano.

—Los veo el lunes. —Les sonrío a Jack, Claire y los chicos de finanzas, tratando fuertemente de ignorar la expresión no tan complacida de Jack, y sigo a Zayn hacia la puerta.

Taylor está al volante del Audi, esperando junto a la acera.

—¿Por qué esto se sintió como un concurso de a ver quién mea más lejos? —le pregunto a Zayn mientras abre la puerta del auto para mí.

—Porque lo fue —murmura y me da su enigmática sonrisa mientras cierra mi puerta.

—Hola, Taylor —digo y nuestros ojos se encuentran en el espejo retrovisor.

—Señorita Steele. —Taylor asiente con una sonrisa genial.

Zayn se desliza a mi lado, tomando mi mano, y gentilmente besando mis nudillos.

—Hola —dice suavemente.

Mis mejillas se ponen de color rosa, sabiendo que Taylor puede oírnos, agradecida de que no puede ver la abrasadora, mirada quemadora de bragas que me da Zayn. Me toma toda mi resistencia no saltar sobre él aquí, en el asiento trasero del auto.

Oh, el asiento trasero del auto… hmm.

—Hola. —Exhalo, mi boca se seca.

—¿Qué te gustaría hacer esta tarde?

—Pensé que dijiste que teníamos planes.

—Oh, sé qué me gustaría hacer, Anastasia. Te pregunto qué te gustaría hacer a ti.

Le sonrío radiantemente.

—Ya veo —dice con una malvada sonrisa lasciva—. Entonces… es comenzar a rogar, entonces. ¿Quieres rogar en mi apartamento o el tuyo? —Inclina su cabeza a un lado y me sonríe con su oh-tan-sexy sonrisa.

—Pienso que está siendo muy presuntuoso, Sr. Malik. Pero para variar, podemos ir a mi apartamento. —Muerdo mi labio deliberadamente, y su expresión se oscurece.

—Taylor, al de la señorita Steele, por favor.

—Señor. —Taylor asiente y se dirige hacia el tráfico.


—Entonces, ¿cómo ha estado tu día? —pregunta.

—Bien. ¿Y el tuyo?

—Bien, gracias.

Su ridícula amplia sonrisa refleja la mía, y besa mi mano otra vez.

—Luces adorable —dice.

—Como tú.

—Tu jefe, Jack Hyde, ¿es bueno en su trabajo?

¡Guau! ¿Es este un repentino cambio de dirección? Frunzo el ceño.

—¿Por qué? ¿Es acerca de su concurso de meadas(marcar territorio)?

Zayn sonríe.

—Ese hombre quiere entrar en tus bragas, Anastasia—dice secamente.

Me pongo carmesí mientras mi boca cae abierta, y echo nerviosamente un vistazo a Taylor. Mi subconsciente inhala fuertemente, sorprendida.

—Bien, él puede querer todo lo que guste… ¿por qué incluso estamos teniendo esta conversación? Sabes que no estoy interesada en él de ninguna manera. Es solo mi jefe.

—Ese es el punto. Él quiere lo que es mío. Necesito saber si es bueno en su trabajo.

Me encojo de hombros.

—Eso creo.

¿A dónde va con esto?

—Bien, mejor te deja sola, o se va a encontrar a sí mismo con el trasero sobre la acera.

—Oh, Zayn, ¿de qué hablas? No ha hecho nada malo.

Todavía. Solo ha estado demasiado cerca.

—Si hace cualquier intento o acercamiento, me lo dices. Se llama conducta inmoral grave… o acoso sexual.

—Fue solo una bebida después del trabajo.

—Eso espero. Un movimiento y está afuera.

—Tú no tienes poder para eso. — ¡Por Dios! Y antes de ponerle los ojos en blanco, caigo en la cuenta, y es como si chocara contra un camión de mercancías a toda velocidad—. ¿O sí, Zayn?

Zayn me da su enigmática sonrisa.

—Estás comprando la compañía —susurro con horror.

Su sonrisa se desliza en respuesta al pánico en mi voz.

—No exactamente —dice.

—La compraste. AIPS. Ya.

Parpadea hacia mí, cautelosamente.

—Posiblemente.

—¿Lo hiciste o no?

—Lo hice.

¿Qué demonios?

No hay comentarios:

Publicar un comentario