lunes, 24 de junio de 2013

Capítulo 40.


Alcanzando su cartera, Zayn saca dos billetes de cien.

—Aquí tienes —dice.

¿Qué?

—Luego te lo devuelvo —susurré.

Su boca se tuerce un poco, y sé que él no está feliz, pero no comenta. Yo firmo con mi nombre usando la pluma, es negra, con un adorno de flor blanca en la tapa, y Mia pasa a la ronda del sobre.

Frente a mí encuentro otra tarjeta con caligrafía plateada, nuestro menú.


Baile de Mascara en Ayuda a “Coping Together”

Tártara de Salmón con Crema Fraiche y Pepino en Brioche Tostado

Alban Estate Roussanne 2006

Asado de Pechuga de Pato Moscovita

Cremoso puré de Sunchoke, Cerezas Dulces en Tomillo Asado

Foie Fras

Châteauneuf-du-Pape Vieilles Vignes 2006 Domaine de la Janasse

Tarta Azucarada de Nuez Encostrada

Higos confitados, Sabayón, Helado de Arce

Vin de constance 2004 klein Constatia

Selección de quesos locales y panes

Alban Estate Grenache 2006

Café y Petis Fours

Bueno, esto justifica el número de vasos de cristal en todos los tamaños que apiñan mi lugar. Nuestro camarero está de vuelta, ofreciendo vino y agua. Detrás de mí, los lados de la carpa a través del cual entramos se están cerrando, mientras que en la parte delantera, dos servidores retiran las telas, dejando al descubierto el atardecer sobre Seattle y la bahía de Meydenbauer.

Es una vista absolutamente impresionante, las luces parpadeantes de Seattle en la distancia y la anaranjada calma oscura de la bahía que reflejaba el cielo ópalo.
Wow. Es tan tranquilo y pacífico.

Diez servidores, cada uno con un plato, vienen a interponerse entre nosotros. En una señal silenciosa, nos sirven nuestras entradas en completa sincronización, luego desaparecen de nuevo. El salmón se ve delicioso, y me doy cuenta estoy muerta de hambre.

—¿Hambrienta? —murmura Zayn para que solo yo pueda oírlo. Sé que no se está refiriendo a la comida, y el músculo en lo profundo de mi vientre responde.

—Mucho —susurro, audazmente encontrándome con su mirada, y los labios de Zayn se separaban mientras inhala.

¡Ja! ¿Ves?… los dos podemos jugar este juego.

El abuelo de Zayn me involucra en la conversación inmediatamente. Es un hombre mayor maravilloso, muy orgulloso de su hija y sus tres hijos.
Es extraño pensar en Zayn como en un niño. El recuerdo de las cicatrices de sus quemaduras viene espontáneamente a mi mente, pero rápidamente se anulan.

No quiero pensar en eso ahora, sin embargo, irónicamente, es la razón detrás de esta fiesta.

Deseo que Kate este aquí con Elliot. Encajaría tan bien, el gran número de tenedores y cuchillos dispuestos frente a ella no intimidarían a Kate, ella regiría la mesa. Me la imagino enzarzada en combate con Mia sobre quién debería ser el jefe de mesa. La idea me hace sonreír.
La conversación en la mesa va de acá para allá. Mia está entretenida, como de costumbre, y casi eclipsa al pobre Sean, que en su mayoría se queda callado como yo. La abuela de Zayn es la más vocal. También tiene un sentido del humor mordaz, por lo general a expensas de su marido. Empiezo a sentir un poco de lástima por el Sr. Trevelyan.

Zayn y Lance hablan animadamente de un dispositivo de la compañía de Zayn que se está desarrollando, inspirado por el principio de Schumacher Pequeño es Bello. Es difícil mantener el ritmo. Zayn parece decidido a empoderar a las comunidades pobres de todo el mundo con dispositivos de tecnología eólica hasta que no necesiten electricidad ni baterías y un
mantenimiento mínimo.

Verlo en pleno desarrollo es asombroso. Él es apasionado y está comprometido a mejorar las vidas de los menos afortunados. A través de su compañía de telecomunicaciones, que es la intención de ser el primero en comercializar un teléfono móvil de viento.

Wow. No tenía ni idea. Quiero decir que sabía acerca de su pasión por alimentar al mundo, pero esto…

Lance parece incapaz de comprender el plan de Zayn de regalar la tecnología y no patentarla. Me pregunto vagamente cómo Zayn hace todo su dinero si está tan dispuesto a echarlo todo por la borda.

A lo largo de la cena un flujo constante de hombres vestidos con elegantes trajes de gala a la medida y máscaras oscuras pasan por la mesa, dispuesto a conocer a Zayn, estrechan su mano, e intercambian bromas. Me presenta a algunos y a otros no. Me intriga saber cómo y por qué hace la distinción.


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