jueves, 20 de junio de 2013

Capítulo 15.

—¿Por qué? —Jadeo, apaleada. Oh, esto es simplemente demasiado.

—Porque puedo, Anastasia. Te necesito a salvo.

—¡Pero dijiste que no interferirías con mi carrera!

—Y no lo haré.

Quito mi mano de la suya.

—Zayn… —Las palabras me fallan.

—¿Estás molesta conmigo?

—Sí. Por supuesto que estoy molesta contigo —digo furiosamente—. Quiero decir,¿qué clase de ejecutivo de negocios responsable toma decisiones basado en con quién está follando actualmente? —Palidezco y echo una mirada nerviosa a Taylor quien está estoicamente ignorándonos.

Mierda. Qué momento para tener un mal funcionamiento del filtro de mi cerebro a mi boca. ¡Anastasia! Mi subconsciente me mira fijamente.

Zayn abre su boca, entonces la cierra otra vez y me frunce el ceño. Lo miro furiosamente. La atmósfera en el auto se precipita de cálido con el dulce encuentro a helado con palabras no dichas y recriminaciones potenciales mientras nos fruncimos el ceño el uno al otro.
Afortunadamente nuestro incómodo viaje en auto no dura mucho, y Taylor se estaciona al lado de mi apartamento.

Desciendo del auto rápidamente, sin esperar que alguien me abra la puerta.

Escucho a Zayn murmurar a Taylor:
—Creo que mejor esperas aquí.

Lo siento cerca detrás de mí mientas rebusco para encontrar las llaves en mi bolso.

—Anastasia—dice tranquilamente como si fuera un animal salvaje acorralado.

Suspiro y me giro hacia él. Estoy tan enojada con él, mi rabia es palpable, una entidad oscura amenazando con ahogarme.

—Primero, no te he follado en un tiempo, lo que se siente como un largo tiempo, y segundo, quería entrar en la línea editorial. De las cuatro compañías en Seattle, AIPS es la más rentable, pero está pasando por un mal momento y va a estancarse, tiene que diversificarse.

Lo miro fríamente. Sus ojos son tan intensos, incluso amenazantes, pero sexis como el infierno. Podría perderme en sus aceradas profundidades.

—Así que eres mi jefe ahora —chasqueo.

—Técnicamente, soy el jefe del jefe de tu jefe.

—Y técnicamente es una intolerable bajeza moral el hecho de que estoy follando con el jefe del jefe de mi jefe.

—Por el momento, estás discutiendo con él. —Zayn frunce el ceño.

—Eso es porque es un gilipollas —siseo.

Zayn retrocede en atónita sorpresa. Oh mierda. ¿He ido demasiado lejos?

—¿Un gilipollas? —murmura mientras su expresión cambia a una de diversión.

¡Demonios! Estoy molesta contigo, ¡no me hagas reír!

—Sí. —Me esfuerzo por mantener mi expresión de ultraje moral.

—¿Un gilipollas? —dice Zayn otra vez. Esta vez sus labios se curvan con una sonrisa reprimida.

—¡No me hagas reír cuando estoy molesta contigo! —grito.

Y su sonrisa, una deslumbrante sonrisa de chico todo americano mostrando todos los dientes, y no puedo evitarlo. Estoy sonriendo y riendo también. ¿Cómo puedo no verme afectada por la alegría que veo en su sonrisa?

—Sólo porque tengo una estúpida y condenada sonrisa en mi rostro, no significa que no esté molesta como el infierno contigo —murmuro sin aliento, tratando de reprimir mis risitas de porrista de escuela secundaria. A pesar de que nunca fui porrista, el amargo pensamiento cruza mi mente.

Se inclina y pienso que va a besarme pero no lo hace. Acaricia mí cabello con la nariz e inhala profundamente.

—Como siempre, señorita Steele, eres imprevisible. —Se endereza y me mira fijamente, sus ojos bailando con humor— Entonces, ¿vas a invitarme a entrar o voy a ser despachado por ejercer mi derecho democrático como ciudadano americano, empresario y consumidor para comprar todo lo que me malditamente bien plazca?

—¿Has hablado con el Dr. Flynn acerca de esto?

Se ríe.

—¿Vas a dejarme entrar o no, Anastasia?

Trato con una mirada reticente, morder mi labio ayuda, pero estoy sonriendo mientras abro la puerta. Zayn se gira y despide a Taylor, y el Audi se aleja.

Es extraño tener a Zayn Malik en el apartamento. El lugar se siente demasiado pequeño para él.

No hay comentarios:

Publicar un comentario