miércoles, 7 de agosto de 2013

Capítulo 70

Miro a la Dra. Greene, mi mundo colapsando alrededor de mí. Un bebé. Un bebé. No quiero un bebé… no todavía. Maldición. Y sé en lo más profundo que Zayn va a enloquecer.

—Sra. Malik, está muy pálida. ¿Le gustaría un vaso con agua?

—Por favor. —Mi voz apenas era audible. Mi mente estaba acelerada. ¿Embarazada? ¿Cuándo?

—Lo interpreto como que está sorprendida.

Asiento en silencio a la buena doctora mientras me alcanza un vaso de agua de su fuente de agua convenientemente ubicada. Tomo un bienvenido sorbo.

—Asombrada —susurro.

—Podríamos hacer un ultrasonido para ver cuán avanzado está el embarazo. Juzgando por su reacción sospecho que sólo tiene pocas semanas de concepción, cuatro o cinco semanas de embarazo. ¿Supongo que no está sufriendo de ningún otro síntoma?

Niego con la cabeza. ¿Síntomas? No lo creo.

—Pensé… pensé que esta era una forma fiable de anticonceptivos.

La Dra. Greene alza una ceja.

—Normalmente lo es, cuando te acuerdas de la inyección —dice fríamente.

—Debo haber perdido la noción del tiempo. —Zayn va a enloquecer. Lo sé.

—¿Ha estado sangrando?

Frunzo el ceño.

—No.

—Eso es normal para el Depo (anticonceptivo). Vamos a hacer un ultrasonido ¿bien? Tengo tiempo.

Asiento, desconcertada, y la Dra. Greene me dirige hacia una mesa de cuero negro detrás de la pantalla.

—Si sólo se quita la falda, la ropa interior, y se cubre con la manta sobre la mesa, vamos a partir de allí —dice rápidamente.

¿Ropa interior? Estaba esperando un escaneo de ultrasonido por encima del vientre. ¿Por qué necesito quitarme mi ropa interior? Me encojo de hombros en consternación luego rápidamente hago lo que dice y me acuesto por debajo de la blanca y suave manta.

—Así es. —La Dra. Greene aparece al final de la mesa, empujando la máquina de ultrasonido más cerca. Se trata de una pila de ordenadores de alta tecnología. Sentándose, posiciona la pantalla para que las dos la podamos ver y corre el trackball del teclado.

La pantalla vuelve a la vida.

—Si pudiese levantar y doblar las rodillas, luego abrirlas —dice con la mayor naturalidad.

Frunzo el ceño con recelo.

—Este es un ultrasonido vaginal. Si estás embarazada, deberíamos ser capaces de encontrar al bebé con él. —Ella sostiene una sonda larga y blanca.

Oh, ¡tienes que estar bromeando!

—Bien —murmuro, mortificada, y hago como dice. Greene pone un condón sobre el tubo y lo lubrica con gel transparente.

—Sra. Malik, si pudiese relajarse.

¿Relajarme? Estoy embarazada, ¡maldición! ¿Cómo espera que me relaje? Me sonrojo, y trato de encontrar mi lugar feliz… el cual estaba relocalizado en algún lugar cerca de la perdida isla de Atlantis.

Lenta y gentilmente inserta la sonda.
¡Maldita sea!

Todo lo que puedo ver es el equivalente visual al ruido blanco, a pesar de que es más que todo sepia. Lentamente, la Dra. Greene mueve la sonda alrededor, y es muy desconcertante.

—Aqui —murmura. Presiona un botón congelado la imagen en la pantalla, y señala un Pequeño Blip en la tormenta sepia. Es un Pequeño Blip. Hay un Pequeño Blip en mi vientre. Guao. Olvido mi incomodidad mientras miro aturdida el blip.

*Blip: Se traduce como destello, pero es el nombre que ella le da al bebé, hasta que sepa que nombre ponerle…*

—Es demasiado pronto para escuchar los latidos, pero sí, definitivamente está embarazada. Cuatro o cinco semanas, diría. —Frunce el ceño—Parece que la inyección se acabó antes. Bueno, eso pasa a veces.

Estoy demasiado sorprendida para decir nada. El Pequeño Blip es un bebé. Un bebé de verdad. El bebé de Zayn. Mi bebé. Santo Dios. ¡Un bebé!

—¿Le gustaría que imprimiera una foto para usted?

Asiento, incapaz de hablar, y la Dra. Greene presiona un botón. Luego gentilmente remueve la sonda y me alcanza una toalla de papel para limpiarme.

—Felicidades, Sra. Malik —dice mientras me siento— Necesitaremos hacer otra cita. Sugiero en cuatro semanas. Entonces podemos determinar la edad exacta de su bebé y establecer una fecha de parto probable. Puede vestirse ahora.

—Bien. —Estoy dando tumbos y me visto a toda prisa. Tengo un Blip, un Pequeño Blip. Cuando salgo detrás de la pantalla, la Dra. Greene está de vuelta en su escritorio.

—Mientras tanto, me gustaría que comenzara a tomar ácido fólico y vitaminas prenatales. Aquí hay un folleto de lo que debe hacer y lo que no.

Mientras me entrega un paquete de píldoras y un folleto, continua hablándome, pero no estoy escuchando.

Estoy sorprendida. Abrumada. Seguramente debería estar feliz. Debería por lo menos tener treinta… al menos. Esto es demasiado pronto… muy pronto. Trato de calmar mi creciente sensación de pánico.
Le doy a la Dra. Greene un cortés adiós y me dirijo en un nuevo aturdimiento hacia la salida y afuera en la tarde fría de otoño. Me invade de repente un frío creciente un y un profundo sentimiento de aprensión Zayn va a enloquecer, lo sé, pero cuánto y hasta dónde, no tengo idea. Sus palabras me siguen.—No estoy preparado para compartirte todavía. —Presiono mi chaqueta a mi alrededor, tratando de sacudirme el frío.

Sawyer salta de la camioneta y mantiene abierta la puerta. Frunce el ceño cuando ve mi cara, pero no hago caso a su expresión de preocupación.

—¿A dónde, Sra. Malik? —pregunta gentilmente.

—AIPS. — Me instalo en el asiento trasero del coche, cierro los ojos y la cabeza apoyada en el reposacabezas. Debería estar feliz. Sé que debo ser feliz. Pero no lo estoy. Esto es demasiado pronto. Demasiado pronto. ¿Qué pasa con mi trabajo? ¿Qué pasa con AIPS? ¿Qué pasa con Zayn y conmigo? No. No. No. Estaremos bien. Él estará bien. Él amó a Mia de bebé, recuerdo a Carrick diciéndomelo, la ama ahora.

Tal vez debería advertirle a Flynn… Tal vez no debería decirle a Zayn. Tal vez… tal vez debería poner fin a esto. Me detengo mis pensamientos en ese camino oscuro, alarmados por el rumbo que están tomando.

Instintivamente pongo mi mano a descansar protectoramente sobre mi vientre. No. Mi Pequeño Blip. Las lágrimas brotan de mis ojos. ¿Qué voy a hacer? 

Una visión de un niño con cabello claro y sus brillantes ojos mieles, corriendo por la pradera en la nueva casa que invade mis pensamientos, jugando conmigo y tentándome con las posibilidades. Él se ríe y grita de alegría, mientras Zayn y yo lo perseguimos. Zayn lo balancea en sus brazos y lo lleva cargado por la cadera mientras caminamos de la mano de nuevo a la casa.

Mi visión se transforma en un Zayn apartándose de mí con disgusto. Estoy gorda y desgarbada, embarazada. Recorre el largo pasillo de los espejos, lejos de mí, el sonido de sus pasos haciendo eco en el cristal plateado, paredes y piso.

Zayn…

Me despierto de un tirón. No. Él va a enloquecer.
Cuando Sawyer se estaciona afuera del AIPS, salgo y me dirijo al edificio.

—Anastasia, es genial verte. ¿Cómo está tu padre? —pregunta Hanna tan pronto llego a mi oficina.

La reconozco con frialdad.

—Está mejor, gracias. ¿Puedo verte en mi oficina?

—Claro. —Luce sorprendida mientras me sigue adentro— ¿Todo está bien?

—Necesito saber si has movido o cancelado alguna cita con la Dra. Greene.

—¿La Dra. Greene? Si, lo he hecho. Como dos o tres de ella. La mayoría de las veces porque tenía otras reuniones o llegabas tarde. ¿Por qué?

¡Porque ahora estoy embarazada, maldición! le grito en mi cabeza. Tomo una profunda, estabilizadora respiración.

—Si cambias alguna cita, ¿te podrías asegurar de que lo sepa? No siempre compruebo mi calendario.

—Claro —dice Hanna tranquilamente— Lo siento. ¿He hecho algo mal?

Niego con la cabeza y suspiro ruidosamente.

—¿Puede hacerme un té? Luego discutamos qué ha pasado mientras he estado ausente.

—Claro. Iré por él. —Alegremente sale de la oficina.

Miro la figura alejándose.

—¿Ves a esa mujer? —digo calladamente a Blip— Quizá sea la razón de que estés aquí. —Palmo mi vientre y luego me siento una completa idiota, porque le estoy hablando a Blip. Mi pequeñito Blip. Niego con la cabeza, exasperada conmigo y con Hanna… aunque muy en lo profundo sé que no puedo culparla realmente.

Con desespero enciendo el ordenador. Hay un e-mail de Zayn.

De: Zayn Malik
Asunto: Extrañándote.
Para: Anastasia Malik

Sra. Malik.
He vuelto a la oficina por sólo tres horas, y ya te extraño.
Espero que Ray se haya establecido en su nuevo cuarto sin problema Mamá va a verlo esta tarde y chequearlo. Te recogeré como a las seis, y podemos ir a verlo antes de irnos a casa.
¿Suena bien?

Tu esposo que te ama

Zayn Malik
Gerente General, Malik Enterprises Holdings Inc.

Escribo una rápida respuesta.

De: Anastasia Malik
Asunto: Extrañándote.
Para: Zayn Malik

Claro
x
Anastasia Malik
Coordinadora Editorial, AIPS

De: Zayn Malik
Asunto: Extrañándote.
Para: Anastasia Malik

¿Estás bien?

Zayn Mlaik
Gerente General, Malik Enterprises Holdings Inc.

No, Zayn, no lo estoy. Me estoy enloqueciendo por estar enloqueciendo. No sé qué hacer. Pero no te diré vía email.

De: Anastasia Malik
Asunto: Extrañándote.
Para: Zayn Malik

Bien. Sólo ocupada.
Nos vemos a las seis
x

Anastasia Malik
Coordinadora Editorial, AIPS

¿Cuándo se lo diré? ¿Esta noche? ¿Quizá después del sexo? Quizá durante. No, eso puede ser peligroso para los dos. ¿Cuándo esté dormido? Pongo la cabeza en mis manos. ¿Qué voy a hacer?

****


—Hola —dice Zayn con cautela mientras me subo a la camioneta.

—¿Qué va mal? —frunce el ceño. Niego con la cabeza mientras Taylor se dirige al hospital.

—Nada. — ¿Quizás ahora? Podía decirle ahora cuando hay un espacio contenido y Taylor está con nosotros.

—¿El trabajo está bien? —continua Zayn para probar.

—Sí. Está bien. Gracias.

—¿Anastasia, qué va mal? —su tono es un poco forzado, y me acobardo.

—Sólo te he extrañado, eso es todo. Y he estado preocupada por Ray.

Zayn se relaja visiblemente.

—Ray está bien. Hablé con mamá esta tarde y esta impresionada con su progreso. —Zayn toma mi mano— Dios, tu mano esta fría. ¿Has comido hoy?

Me sonrojo.

—Anastasia—me regaña Zayn, molesto.

Bueno, no he comido porque sé que vas a enloquecer cuando sepas que estoy embarazada.

—Comeré esta tarde. No he tenido tiempo de verdad.

Niega con la cabeza en frustración.

—¿Quieres añadir “alimentar a mi esposa” a la lista de deberes?

—Lo siento. Comeré. Simplemente ha sido un día extraño. Tú sabes, mudar a papá y todo eso.

Sus labios se presionan en una dura línea, pero no dice nada. 

Miro a la ventana. ¡Dile! Me susurra mi subconsciente. No, soy una cobarde.
Zayn interrumpe mi ensoñación.

—Quizá tenga que ir a Taiwan.

—Oh. ¿Cuándo?

—Al final de esta semana. Quizá la próxima semana.

—Bien.

—Quiero que vengas conmigo.

Trago.

—Zayn, por favor, tengo trabajo. No vamos a repetir este asunto otra vez.

Él suspira y hace pucheros como un adolescente malhumorado.

—Se me ocurrió pedírtelo —murmura con petulancia.

—¿Por cuánto tiempo te irás?

—No más que un par de días. Quisiera que me dijeras qué te está molestando.

¿Cómo puedo decirle?

—Bueno, ahora que mi amado esposo se va…

Zayn besa mis nudillos.

—No me iré por mucho tiempo.

—Bien —le sonrío débilmente.

Ray está mucho más radiante y mucho menos de mal humor cuando lo vemos. Me conmueve su calmada gratitud a Zayn, y por un momento me olvido de mis noticias inminentes mientras me siento y escucho hablar de la pesca y de los Mariners. Sin embargo, se cansa fácilmente.

—Papi, te dejaremos para que descanses.

—Gracias, cariño. Me gusta que hayas pasado. Vi a tu mamá hoy, también, Zayn. Fue muy reconfortante. Y es un fan de los Mariners.

—No le simpatiza mucho la pesca, sin embargo —dice Zayn con ironía cuando se levanta.

—No conoces muchas chicas que sí, ¿no? —sonríe Ray.

—Nos vemos mañana —lo beso. Mi subconsciente aprieta los labios. Eso si Zayn no te ha encerrado… o algo peor.

Mi estado de ánimo cae en picado.

—Vamos —Zayn toma mi mano, frunciéndome el ceño. La tomo y dejamos el hospital.

****

Tomo mi comida. Es el Chasseur de pollo de la señora Jones, pero simplemente no tengo hambre. Mi estómago está anudado en una bola de ansiedad.

—¡Maldita sea! Anastasia, ¿Vas a decirme qué está mal? —Zayn aleja su plato vacío, irritado. Lo miro fijamente— Por favor, me estás volviendo loco.

Trago y trato de suavizar el pánico creciente en mi garganta. Tomo un profunda y estabilizante aliento, es ahora o nunca.

—Estoy embarazada.

Se queda inmóvil, y lentamente todo el color se drena de su rostro.

—¿Qué? —susurra, pálido.

—Estoy embarazada.

Su ceño se frunce incomprensivamente.

—¿Cómo?

¿Cómo?... ¿Cómo? ¿Qué clase de pregunta ridícula es ésa? Me ruborizo, y le dirijo una burlona mirada de, ¿cómo crees tú?

Su postura cambia inmediatamente, sus ojos se endurecen.

—¿Tu inyección? —gruñe.

Oh mierda.

—¿Olvidaste tu inyección?

Lo miro fijamente incapaz de hablar. Dios, está enfadado… muy enfadado.

—¡Cristo, Anastasia! —Golpea su puño contra la mesa, haciéndome saltar, se pone de pie tan abruptamente que casi derriba la silla— Debes recordar una cosa, una cosa que recordar. ¡Mierda! No puedo creerlo. ¿Cómo pudiste ser tan estúpida?

¡Estúpida! Jadeo. Mierda. Quiero decirle que la inyección no fue efectiva, pero las palabras me fallan. Bajo la mirada a mis dedos.

—Lo siento —susurro.

—¿Lo sientes? ¡A la mierda! —dice de nuevo.

—Sé que no es un buen momento…

—¡No es un buen momento! —Grita—, llevamos conociéndonos por jodidos cinco minutos. Quería mostrarte el jodido mundo y ahora… joder. Pañales, vómito y mierda.

Cierra sus ojos. Creo que está tratando de contener su temperamento y está perdiendo la batalla.

—¿Lo olvidaste? Dímelo. ¿O lo hiciste a propósito? —Sus ojos arden y la ira emana de él como un campo de fuerza.

—No —susurro. No puedo contarle sobre Hannah, la despediría. Lo sé.

—¡Creí que teníamos un acuerdo con respecto a esto! —grita.

—Lo sé, lo teníamos. Lo lamento.

Me ignora.

—Éste es el por qué. Es por lo cual me gusta el control. De esa forma, mierdas como ésta no ocurren y se jode todo.

No… Pequeño Blip.

—Zayn por favor no me grites. —Lágrimas empiezan a bajar por mis mejillas.

—No empieces ahora con las lágrimas —espeta—, joder.

Desliza una mano sobre su cabello, jalándolo como él lo hace.

—¿Crees que estoy listo para ser padre? —Su voz se frena, es una combinación de furia y pánico.

Y todo se vuelve claro, el miedo y el odio grandes en sus ojos, su rabia es la de un adolescente impotente. Oh Cincuenta, lo siento tanto. Es un golpe también para mí.

—Sé que ninguno de los dos está listo para esto, pero creo que serás un maravilloso padre —me ahogo—, lo resolveremos.

—¿Cómo mierda lo sabes? —Grita, con más fuerza esta vez— ¡Dímelo!

Sus ojos mieles arden, y muchas emociones cruzan su expresión. El miedo es el más prominente.

—¡Oh a la mierda con esto! —Zayn grita con desdén y alza las manos en señal de derrota. Se gira y se dirige hacia el vestíbulo, tomando su chaqueta mientras deja el Gran Salón.

Sus pasos hacen eco en el suelo de madera, y desaparece entre las dos puertas del vestíbulo, azotando la puerta tras pasarla y haciéndome saltar una vez más.

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