lunes, 5 de agosto de 2013

Capítulo 26.

Bajo la mirada a mis nudosos dedos. Gentilmente cubre mis manos con las suyas. Cuando levanto la mirada hacia él, está sonriéndome.

—Quiero saberlo. Así puedo vencer a quien quiera que fuese a golpes.

Suelto una risita tonta.

—Bueno, la primera vez...

—¡¿La primera vez?! ¿Hay más de un hijo de puta? —gruñe.

Suelto una risita tonta de nuevo.

—¿Por qué estás tan sorprendido Sr. Malik?

Frunce el ceño brevemente, se pasa una mano por el pelo y me mira como si me viera en una luz completamente diferente. Se encoge de hombros.

—Sólo lo estoy. Quiero decir, dada tu falta de experiencia.

Me sonrojo.


—Ciertamente he compensado eso desde que te conozco.

—Lo has hecho. —Sonríe abiertamente— Dime. Quiero saberlo.

Miro en los pacientes ojos mieles, tratando de medir su estado de ánimo. ¿Va a hacerlo enojar o genuinamente quiere saber? No lo quiero de mal humor... es imposible cuando está de mal humor.

—¿Realmente quieres que te lo diga?

Asiente con la cabeza lentamente, y sus labios se contraen en una divertida y arrogante sonrisa.

—Estaba de paso en las Vegas con mamá y el esposo número tres. Estaba en décimo grado. Su nombre era Bradley, y era mi compañero de laboratorio en física.

—¿Cuántos años tenías?

—Quince.

—¿Y qué está haciendo él ahora?

—No sé.

—¿A qué base llegó?

*Bases* (lo aclaro para el que no lo sepa)

1º:Besos
2º:Tocamientos y manoseo
3º:Masturbacion
4º o Home run : Sexo


—¡Zayn! —lo regaño, y de pronto agarra mis rodillas, luego mis tobillos, y me voltea así caigo de nuevo en el sillón. Él se desliza suavemente por encima de mí, atrapándome debajo de él, una pierna entre las mías. Esto es tan repentino que chillo de sorpresa. Coge mis manos y las levanta por encima de mi cabeza.

—¿Entonces, este Bradley, llegó a la primera base? —murmura, dirigiendo su nariz a lo largo de la mía. Planta besos suaves en la esquina de mi boca.

—Sí —murmuro contra sus labios.

Él suelta una de sus manos de modo que él pueda abrazar mi barbilla y sostenerme todavía mientras su lengua invade mi boca, y me rindo a sus besos ardientes.

—¿Cómo esto? —Zayn respira cuando toma aire.

—No... Nada así —respondo mientras toda la sangre en mi cuerpo se encabeza hacia el sur.

Soltando mi barbilla, él dirige su mano abajo sobre mi cuerpo y de vuelta hasta mi pecho.

—¿Hizo él esto? ¿Tocarte así? —Su pulgar pasa rozando sobre mi pezón, por mi camisola, suavemente, repetidamente, y éste se endurece bajo su toque experto.

—No. —Me retuerzo bajo él.

—¿Llego él a la segunda base? —murmura en mi oído.

Su mano baja a través de mis costillas, por delante de mi cintura a mi cadera. Toma el lóbulo de mi oreja entre sus dientes y suavemente tira.

—No —respiro.

Mulder habla desenfocado en la televisión algo sobre el menos querido del FBI.

Zayn para, se inclina, y presiona silencio en el control remoto. Mira hacia mí.

—¿Y el número dos? ¿Logró pasar la segunda base?

Sus ojos arden calientes... ¿enojo? ¿Excitado? Es difícil decir cuál. Se mueve a mi lado y desliza su mano bajo mis pantalones.

—No —susurro, atrapada en su mirada fija carnal. Zayn sonríe malvadamente.

—Bien. —Su mano llega a mi sexo— Sin ropa interior, Sra. Malik. Lo apruebo.

Me besa otra vez mientras sus dedos tejen más magia, su pulgar pasa rozando sobre mi clítoris, atormentándome, mientras empuja su índice dentro de mí con exquisita lentitud.

—Se supone que estaríamos besándonos —gimo.

Zayn se frena.

—Yo creía que lo estábamos

—No. Sin sexo.

—¿Qué?

—Sin sexo...

—Sin sexo, ¿eh? —Retira su mano de mis pantalones—Vale.

Recorre la línea de mis labios con el dedo índice de forma que me hace saborear mi sabor salado. Me introduce el dedo en la boca exactamente igual que estaba haciendo hace un minuto en otra parte de mi cuerpo. Entonces se mueve para meterse entre mis piernas y aprieta su erección contra mí. Me empuja una vez, dos y una tercera. Doy un respingo cuando la tela de mi chándal me frota justo en el sitio correcto. Vuelve a empujar, restregándose contra mí.

—¿Esto es lo que quieres? —murmura y mueve sus caderas rítmicamente, meciéndose contra mí.

—Sí —gimo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario