miércoles, 7 de agosto de 2013

Capítulo 58

—Se estaba propasando conmigo.

—Abrí los ojos y lo golpeaste.

Me encojo de hombros.

—Bueno, sabía que Zayn se pondría termonuclear, y eso arruinaría potencialmente tu noche. —No había procesado realmente cómo me sentía acerca del comportamiento de Zayn. Estaba preocupada de que pudiera ser peor.

—Nuestra noche —aclaró— Es bastante impulsivo, ¿No? —agrega secamente mirando a Zayn mientras recoge mi abrigo.
Resoplo y sonrío.

—¿Puedes decir eso?

—Pienso que lo manejas bien.

—¿Manejo? —Frunzo el ceño. ¿Manejo a Zayn?

—Toma. —Zayn sostiene mi abrigo abierto para mí para que pueda ponérmelo.





—Despierta, Anastasia. —Zayn me sacude suavemente.

Hemos regresado a casa. Reluctantemente abro mis ojos y me tambaleo fuera de la mini caravana. Kate y Elliot han desaparecido, y Taylor está parado pacientemente al lado del vehículo.

—¿Necesito cargarte? —pregunta Zayn.

Sacudo mi cabeza.

—Recogeré a la señorita Malik y al señor Kavanagh —dice Taylor.

Zayn asiente, entonces me conduce a la puerta del frente. Mis pies están adoloridos, y tropiezo tras él.

En la puerta del frente se agacha, agarra mi tobillo, y gentilmente quita primero un zapato, luego el otro. Oh, el alivio. Se endereza y me mira hacia abajo, sosteniendo mis tacones.

—¿Mejor? —pregunta, divertido.

Asiento.

—Tengo deliciosas visiones de éstos alrededor de mis oídos —murmura, mirando hacia abajo con nostalgia a mis zapatos. Sacude su cabeza y, tomando mi mano una vez más, me conduce a través de la casa a oscuras, y sube las escaleras hacia nuestra habitación— Estás destrozada, ¿no? —dice suavemente, mirándome.

Asiento. Empieza a desatar la correa de mi gabardina.

—Yo lo haré —murmuro, haciendo un intento a medias de alejarlo.

—Déjame.

Suspiro. No tenía ni idea de que estaba tan cansada.

—Es la altitud. No estás acostumbrada. Y la bebida, por supuesto. —Sonríe, despojándome de mi abrigo, y tirándolo sobre una de las sillas de la habitación. Tomando mi mano, me conduce al baño. ¿Por qué venimos aquí?— Siéntate —dice.

Me siento en una de las sillas y cierro mis ojos. Lo oigo mientras él rebusca entre las botellas del tocador. Estoy demasiado cansada para abrir mis ojos y ver qué está haciendo. Un momento más tarde, echa mi cabeza hacia atrás, y abro mis ojos, sorprendida.

—Ojos cerrados —dice Zayn. Dios, ¡está sosteniendo una bola de algodón!

Suavemente, la pasa sobre mi ojo derecho, limpiándolo. Me siento inmóvil mientras metódicamente me quita el maquillaje.

—Ah. Ahí está la mujer con la que me casé —dice después de unas pasadas.

—¿No te gusta mi maquillaje?

—Me gusta bastante, pero prefiero lo que hay debajo. —Besa mi frente—Toma esto. —Pone algunos Advil en mi palma y me alcanza un vaso de agua.

Miro y hago pucheros.

—Tómalos —ordena.

Pongo lo ojos en blanco, pero hago lo que me dice.

—Bien. ¿Necesitas un momento en privado? —pregunta sardónicamente.

Resoplo.

—Tan tímido, Sr. Malik. Sí, necesito hacer pis.

Se ríe.

—¿Esperas que me vaya?

Doy risitas.

—¿Te quieres quedar?

Inclina su cabeza a un lado, su expresión divertida.

—Eres un pervertido *beep*. Fuera. No quiero que me veas hacer pis.

Eso es ir demasiado lejos.

Me paro y sacudo una mano hacia él para que salga del baño.

Cuando salgo del baño, se ha cambiado a sus pantalones de pijama. Mmm… Zayn en pijama. Hipnotizada, miro su abdomen, sus músculos, su vello abdominal. Me distrae. Camina hacia mí.

—¿Disfrutando la vista? —pregunta irónicamente.

—Siempre.

—Creo que está un poco bebida, Sra. Malik.

—Creo que, por una vez, tengo que estar de acuerdo con usted, Sr. Malik.

—Déjame ayudarle a salir de lo poco que es este vestido. Realmente debería venir con una advertencia de seguridad. —Me gira y deshace el único botón en el cuello.

—Estabas muy enfadado —murmuro.

—Sí. Lo estaba.

—¿Conmigo?

—No. No contigo. —Besa mi hombro— Por primera vez.

Sonrío. No enfadado conmigo. Es un progreso.

—Es un bonito cambio.

—Sí. Lo es. —Besa mi otro hombro, y después tira mi vestido por encima de mi espalda y al suelo. Quita mis bragas al mismo tiempo, dejándome desnuda. Extendiéndose, toma mi mano.

—Camina —ordena, y camino fuera de mi vestido, apoyándome en su mano como equilibrio.

Se para y lanza mi vestido y mis bragas sobre la silla con la gabardina de Mia.

—Brazos arriba —dice suavemente. Desliza su camiseta sobre mí y tira de ella hacia abajo, cubriéndome. Estoy lista para la cama.

Me tira en sus brazos y me besa, mi aliento a menta mezclado con el suyo.

—Por mucho que me gustaría enterrarme en usted, Sra. Malik; ha bebido mucho, está a casi ocho mil pies, y no durmió bien la noche pasada. Ven. Entra en la cama.

Retira el edredón y escalo en ella. Me cubre y besa mi frente una vez más.

—Cierra tus ojos. Cuando regrese a la cama, espero que estés dormida. —Es una amenaza, una orden… es Zayn.

—No te vayas —ruego.

—Tengo algunas llamadas que hacer, Anastasia.

—Es sábado. Es tarde. Por favor.

Pasa sus manos a través de su cabello.

—Ana, si entro en la cama contigo ahora, no vas a descansar. Duerme. —Es inflexible. Cierro mis ojos y sus labios rozan mi frente una vez más— Buenas noches, nena —susurra.

Imágenes del día destellan a través de mi mente… Zayn tirándome sobre su hombro en el avión. Su ansiedad acerca de si me gusta o no la casa. Haciendo el amor esta tarde. El baño. Su reacción a mi vestido.

Derribando de un golpe al gigante rubio; mi palma hormiguea ante el recuerdo. Y entonces Zayn poniéndome en la cama.
¿Quién lo hubiera pensado? Sonrío ampliamente, la palabra progreso corriendo a través de mi cerebro mientras voy a la deriva.

No hay comentarios:

Publicar un comentario