lunes, 5 de agosto de 2013

Capítulo 31.


Gia Matteo es una mujer guapa una alta, y guapa mujer. Lleva su cabello rubio corto, de peluquería en capas como una sofisticada corona. Esta vestida con un pantalón gris pálido, y una ajustada chaqueta que abrazan sus exuberantes curvas. Su ropa luce costosa. En la base de su garganta, un solitario diamante brilla, combinando con los pendientes de un quilate en sus orejas. Está bien arreglada, una de esas mujeres que crecieron con dinero y de buena educación, aunque su educación parece haberse evaporado esta tarde; su pálida blusa azul esta desabotonada muy abajo. Como la mía. Me sonrojo.

—Zayn. Anastasia. —Saluda con una radiante sonrisa, mostrando perfectos dientes blancos, y extiende una arreglada mano para sacudir primero la de Zayn, luego mi mano. Significa que tengo que dejar la mano de Zayn para responderle. Ella es de una fracción más baja que Zayn, pero entonces esta en unos asesinos zapatos de tacón alto.

—Gia —dice Zayn cortésmente. Sonrío fríamente.

—Lucen fantásticos después de su luna de miel —dice suavemente, sus marrones ojos mirando a Zayn a través de largas pestañas. Zayn coloca su brazo alrededor de mí, sosteniéndome cerca.

—Tuvimos un tiempo fantástico, gracias. —Cepilla sus labios contra mi sien, tomándome por sorpresa.

Ves… es mío. Molesto—irritante, incluso—pero mío. Sonrío. Justo ahora realmente te amo, Zayn Malik. Deslizo mi mano alrededor de su cintura luego dentro de su bolsillo trasero y lo aprieto. Gia nos da una débil sonrisa.

—¿Han conseguido echar un vistazo a los planos?

—Lo hemos hecho —murmuro. Miro hacia arriba a Zayn, que sonríe hacia mí, una ceja levantada con diversión irónica. ¿Diversión a qué? ¿Mi reacción hacia Gia o por haber apretado su trasero?

—Por favor —dice Zayn—Los planos están aquí. —Hace un gesto a través de la mesa del comedor. Tomando mi mano, me guía a ella, Gia siguiendo nuestro paso. Finalmente recuerdo mis modales.

—¿Te gustaría algo de tomar? —pregunto—. ¿Una copa de vino?

—Eso sería encantador —dice Gia— Vino blanco seco si tienes.

Sauvignon blanc—ese es uno blanco seco, ¿Cierto? De mala gana dejando a mi esposo a un lado, me dirijo a la cocina. Escucho el iPod sisear mientras Zayn apaga la música.

—¿Te gustaría más vino, Zayn? —llamo.

—Por favor, nena —canta con voz suave, sonriendo hacia mí. Wow, puede ser tan derretidoramente digno a veces, sin embargo tan irritante otras.

Alcanzando a abrir el armario, estoy consciente de sus ojos sobre mí, y estoy atrapada por la extraña sensación de que Zayn y yo estamos armando un espectáculo, jugando un juego juntos, pero esta vez estamos en el mismo lado contra la Srta. Matteo. ¿Sabe que ella está atraída por él y está siendo muy obvia al respecto? Me da una pequeña sobrecarga de placer cuando me doy cuenta que él está tratando de tranquilizarme. O quizás sólo está enviando un mensaje alto y claro a esta mujer que él está tomado.

Mío. Si, perra mío. Mi diosa interior está vistiendo su ropa de gladiadora, y no está tomando prisioneros. Sonriendo para mí junto tres copas del armario, tomo la botella abierta de Sauvignon Blanc del refrigerador, y coloco todo en la barra del desayuno. Gia está apoyándose sobre la mesa mientras Zayn está de pie al lado de ella y señala algo en los planos.

—Creo que Anastasia tiene algunas opiniones sobre la pared de cristal, pero en general ambos estamos complacidos con las ideas que nos has dado.

—Oh, me alegra —Gia habla con un exagerado entusiasmo, obviamente aliviada, y mientras lo dice, brevemente toca su brazo en un pequeño, coqueto gesto. Zayn se pone rígido inmediatamente pero sutilmente. Ella ni siquiera parece notarlo.

Maldición solo déjalo en paz, mujer. No le gusta que lo toquen.

Retrocediendo casualmente a un lado así él está fuera de su alcance, Zayn se gira hacia mí.

—Por aquí empezamos a tener sed —dice.

—Ya voy. —Él está jugando el juego. Ella lo pone incómodo. ¿Por qué no vi eso antes? Ese es el por qué no me gusta. Él está acostumbrado a como las mujeres reaccionan a él. Lo he visto muy seguido, y usualmente no le presta atención. Tocar es algo más. Bueno, la Sra. Malik al rescate.

Precipitadamente vierto el vino, reuniendo las tres copas en mis manos, y apresurándome de regreso a mi caballero angustiado. Ofreciéndole una copa a Gia, deliberadamente me posiciono entre ellos. Ella sonríe cortésmente mientras acepta. Extiendo la segunda a Zayn, que la toma con entusiasmo, su expresión una de divertida gratitud.

—Salud —Zayn dijo para ambas, pero mirándome a mí. Gia y yo alzamos nuestras copas y respondemos al unísono. Tomo un bienvenido trago de vino.

—Anastasia, ¿Tienes algunos problemas con la pared de cristal? —pregunta Gia.

—Sí. Me encanta, no me malinterpretes. Pero estaba esperando que pudiéramos incorporarlo de manera más orgánica en la casa. Después de todo, me enamoré de la casa como era, y no quiero hacer ningún cambio radical.

—Ya veo.

—Sólo quiero que el diseño sea compasivo, ya sabes… más acorde manteniéndolo con el original de la casa. —Echo un vistazo a Zayn, que está mirándome pensativamente.

—¿No mayores renovaciones? —murmura él.

—No. —Sacudí mi cabeza para enfatizar mi punto.

—¿Te gusta cómo es?

—Mayormente, sí. Siempre supe que sólo necesitaba algo de tierno y amoroso cuidado.

Los ojos de Zayn brillaron cálidamente. Gia mira a los dos, y sus mejillas se pusieron de color rosa.

—Okey —dijo ella— Creo que sé lo que quieres decir, Anastasia. Que te parece si conservamos la pared de cristal, pero abrimos un poco más la cubierta manteniendo el estilo mediterráneo. Tenemos la terraza de piedra allí ya. Podemos colocarlas en pilares combinando la piedra, ampliamente espaciada así todavía tendrás la vista. Añade un techo de cristal, o azulejo por el resto de la casa. También hacer un refugio para cenar al aire libre y área de jardín.

Tengo que reconocerlo… esa mujer es buena.

—O en vez de la cubierta, podemos incorporar una madera de un color de tu elección en la puerta de cristal, eso quizás ayude a mantener el espíritu mediterráneo —continúa ella.

—Como las brillantes persianas azules en el Sur de Francia —murmuro a Zayn, que me está viendo atentamente. Toma un trago de vino y traga, muy evasivo. Hmm. No le gusta esa idea pero no me desautoriza, o me lanza hacia abajo, o me hace sentir estúpida. Dios, este hombre es un manojo de contradicciones. Las palabras que dijo ayer vienen a mi mente “Quiero que esta casa sea de la manera que quieres. Lo que tú quieras. Es tuyo.” Él quiere que yo sea feliz… feliz en todo lo que haga. En el fondo creo que sé esto. Es sólo... que me contengo a mí misma. No pienses sobre nuestro argumento ahora. Mi subconsciente me mira.

Gia está mirando a Zayn, esperando por él para tomar la decisión. Observo mientras sus pupilas se dilatan y sus brillantes labios se parten. Su lengua se dispara rápido sobre su labio superior antes de tomar un trago de vino. Cuando me giro hacia Zayn, todavía está viéndome—no a ella para nada. ¡Sí! mi diosa interior alza un puño al aire. Voy a tener unas palabras con la Srta. Matteo.

—Anastasia, ¿Qué quieres hacer? —murmura Zayn, muy claramente dejándome decidir.

—Me gusta la idea de la cubierta.

—A mí, también.

Me giro hacia Gia. Ey, señorita, míreme a mí. No a él. Soy la que está tomando las decisiones en esto.

—Creo que me gustaría dar un vistazo a los dibujos mostrando la cubierta más grande y los pilares que están acordes con la casa.

De mala gana, Gia arrastra sus ávidos ojos lejos de mi esposo y sonríe hacia mí. ¿Ella piensa que no me voy a dar cuenta?

—Claro —Asiente gratamente— ¿Algún otro problema?

¿Otro aparte de ti comiéndote con los ojos a mi esposo?

—Zayn quiere remodelar la habitación principal —murmuro.

Hay una discreta tos desde la entrada de la gran habitación. Los tres nos giramos para encontrar a Taylor de pie allí.

—¿Taylor? —pregunta Zayn.

—Necesito a hablar con usted un asunto urgente, Sr. Malik.

Zayn aprieta mis hombros desde atrás y se dirige a Gia.

—La Sra. Malik está a cargo de este proyecto. Ella tiene total autoridad. Lo que ella quiera, es de ella. Confío completamente en sus instintos. Ella es muy perspicaz. —Su voz se altera sutilmente. En ella escucho orgullo y una velada advertencia, ¿una advertencia para Gia?

¿Confía en mis instintos? Oh, este hombre es exasperante. Mis instintos le permitieron atropellar a mis sentimientos esta tarde. Sacudo mi cabeza en frustración pero estoy agradecida que le esté diciendo a la Señorita Provocativa-y-desafortunadamente-buena-en-su-trabajo quien está a cargo. Acaricio su mano que descansa en mi hombro.

—Si me disculpan. —Zayn aprieta mis hombros antes de seguir a Taylor.

Me pregunto vanamente que está pasando.

—¿Así que… la habitación principal? —pregunta Gia nerviosamente.

Levanto mi mirada hacia ella, pausando por un momento para asegurarme que Zayn y Taylor están fuera de nuestro alcance del oído. Luego llamando toda mi fuerza interior y el hecho de que he estado seriamente picada por las últimas cinco horas, lo deje salir.

—Tienes razón de estar nerviosa, Gia, porque ahora mismo tu trabajo en este proyecto está colgando en la balanza. Pero estoy segura que estaremos bien mientras mantengas tus manos fuera de mi esposo.

Ella jadeo.

—De otra forma, estarás despedida. ¿Entendido? —enuncio cada palabra claramente.

Ella parpadea rápidamente, completamente fuera de sí. Ella no podía creer lo que había dicho. Yo no podía creer lo que acababa de decir. Pero me mantuve firme, mirando impasible a sus ojos marrones cada vez más amplios.

No te retractes. ¡No te retractes! He aprendido esta exasperante expresión impasible de Zayn que las hace como nadie más. Sé que la renovación de la residencia principal de los Malik es un prestigioso proyecto para la firma de arquitectura de Gia, un resplandeciente triunfo personal en su trabajo. Ella no puede perder esta comisión. Y justo ahora no me importa en absoluto que ella es amiga de Elliot.

—Anastasia… Sra. Malik… y-yo lo lamento mucho. Yo nunca… —Se sonrojo, insegura de qué más puede decir.

—Déjame ser clara. Mi esposo no está interesado en ti.

—Por supuesto —murmura, la sangre drenando de su cara.

—Como dije, sólo quería ser clara.

—Sra. Malik, sinceramente me disculpo si pensó… que tengo… —Ella se detuvo, tambaleando por algo que decir.

—Bien. Mientras nos entendamos la una a la otra, estaremos bien. Ahora, te dejare saber que tenemos en mente para la habitación principal, luego me gustaría recorrer en todos los materiales que piensas utilizar. Como sabes, Zayn y yo estamos determinados en que esta casa deber ser ecológicamente sustentable, y me gustaría asegurarle de dónde vienen y cómo son los materiales.

—P-por supuesto —tartamudea, ojos bien abiertos francamente un poco intimidada por mí. Esta es la primera vez. Mi diosa interior corre alrededor de la arena, saludando a la frenética multitud.

Gia arregla su cabello en su lugar, y me doy cuenta que es un gesto nervioso.

—¿La habitación principal? —pide con ansiedad, su voz un débil susurro.

Ahora que tengo la delantera, me siento relajarme por primera vez desde mi reunión con Zayn esta tarde. Puedo hacer esto. Mi diosa interior está celebrando su perra interna.


Zayn se nos une justo cuando estamos terminando.

—¿Todo listo? —pregunta. Pone su brazo alrededor de mi cintura y se gira hacia Gia.

—Sí, Sr. Malik —Gia sonríe alegremente, aunque su sonrisa luce frágil— Voy a tener los cambios realizados para usted en un par de días.

—Excelente. ¿Estás feliz? —me pregunta directamente, sus ojos cálidos y penetrantes. Asiento sonrojándome por alguna razón que no entiendo.

—Será mejor que me vaya —dice Gia otra vez muy alegre. Ella ofrece su mano a mi primero esta vez, luego a Zayn.

—Hasta la próxima, Gia —murmuro.

—Sí, Sra. Malik. Sr. Malik.

Taylor aparece en la entrada de la gran habitación.

—Taylor te llevará afuera. —Mi voz es lo suficiente alta para que él escuche. Arreglando su cabello una vez más, se gira en sus zapatos altos y deja la gran habitación, seguida de cerca por Taylor.

—Ella estaba notablemente más fría —dice Zayn mirando hacia mí con curiosidad.

—¿Lo estaba? No lo note. —Me encojo de hombros, tratando de seguir neutral— ¿Qué quería Taylor? —pregunto en parte porque estoy curiosa y también porque quiero cambiar de tema.

Frunciendo el ceño, Zayn me suelta y empieza a enrollar los planos en la mesa.

—Era sobre Hyde.

—¿Qué sobre Hyde? —susurro.

—No es nada para preocuparse, Anastasia. —Abandonando los planos, Zayn me arrastra a sus brazos— Resulta que él no ha estado es su apartamento por semanas, eso es todo. —Besa mi cabello, luego me deja ir y termina su tarea.

—Así que, ¿qué decidiste? —pregunta, y sé que es porque no quiere que continúe con las preguntas de Hyde.

—Sólo lo que habíamos discutido. Creo que a ella le gustas —digo tranquilamente.

Él resopla.

—¿Le dijiste algo a ella? —pregunta y me sonrojo.

¿Cómo sabe? Sin saber que decir, miro hacia abajo a mis dedos.

—Éramos Zayn y Anastasia cuando ella llego, y Sr. y Sra. Malik cuando se fue. —Su tono es seco.

—Quizás dije algo —mascullo. Cuando miro hacia él, me está mirando cálidamente, y por un momento de descuido él luce… complacido. Deja caer su mirada, sacudiendo su cabeza, y su expresión cambia.

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