miércoles, 7 de agosto de 2013

Capítulo 60.

Envolviendo mis brazos alrededor de su cuello, giro mis dedos entre su cabello, haciendo gala de la sensación de él dentro de mí. Comienzo a moverme. Tomando el control, llevándolo a mi ritmo, a mi velocidad. Él gime, sus labios encuentran los míos y estamos perdidos.

Arrastro los dedos por el vello en el pecho de Zayn. Él está acostado de espaldas, quieto y en silencio a mi lado a medida que ambos recuperamos el aliento. Su mano danza rítmicamente por mi espalda.

—Estás callado —susurro y beso su hombro. Él se vuelve y me mira con una expresión sin revelar nada— Eso fue divertido.

Mierda, ¿es algo malo?

—Me confundes, Sra. Malik.

—¿Te confundo?

Cambia de posición de modo que estamos cara a cara.

—Sí. Tú. Teniendo la última palabra. Es... diferente.

—¿Un diferente bueno o un diferente malo? —Deslizo un dedo sobre sus labios. Su entrecejo se frunce, como si no terminara de entender la pregunta. Distraídamente, besa mi dedo.

—Diferente bueno —dice, pero no muy convencido.

—¿Nunca habías complacido esta pequeña fantasía antes? —Me sonrojo cuando lo digo. ¿Realmente quiero saber algo más acerca de la colorida… um, vida sexual caleidoscópica de mi marido antes de mí? Mi subconsciente me observa con recelo por encima de sus lentes de carey de media luna. ¿Estás segura que quieres ir allí?

—No, Anastasia. Tú me puedes tocar. —Es una simple explicación que lo dice todo. Por supuesto, que el quince no podía.

—La Sra. Robinson pudo tocarte —murmuro las palabras antes de que mi cerebro registre lo que he dicho. Mierda. ¿Por qué la mencioné?

No se mueve. Sus ojos se abren con su típica expresión de oh-y-aquí-va-con-esto.

—Eso fue diferente —susurra.

De repente, quiero saber.

—¿Diferente bueno o diferente malo?

Él me mira fijamente. Revolotean la duda y posiblemente el dolor en su rostro, y fugazmente se parece a un hombre ahogándose.

—Malo, creo. —Sus palabras son apenas audibles.

—Pensé que te había gustado.

—Me gustó. En ese momento.

—¿Ahora no?

Él me mira, con los ojos muy abiertos, luego, lentamente, niega con la cabeza.

Oh Dios...

—Oh, Zayn. —Me siento abrumada por los sentimientos que me inundan.

Mi niño perdido. Me lanzo hacia él y beso su rostro, su garganta, su pecho, sus pequeñas cicatrices redondas. Él gime, me empuja contra él, y me besa apasionadamente. Y muy despacio, con ternura y a su ritmo, me hace el amor una vez más.

Me dirijo a la cocina por el desayuno. Ethan está sentado con Mia y Kate en la barra del desayuno, mientras que la Sra. Bentley cocina unos panqueques.

Zayn no está por ningún lado.

—Buenos días, Sra. Malik. —La Sra. Bentley sonríe—. ¿Qué te gustaría para el desayuno?

—Buenos días. Lo que sea que estés haciendo, gracias. ¿Dónde está Zayn?

—Afuera. —Kate señala con la cabeza hacia el patio trasero. Me acerco a la ventana que da hacia el patio y las montañas más allá.

Se trata de un claro día de verano azul pálido y mi hermoso marido está alrededor de veinte metros de distancia en una discusión profunda con algún sujeto.

—Ese con quien está hablando, es el Sr. Bentley —grita Mia desde la barra del desayuno. Me vuelvo a mirarla, distraída por su tono malhumorado. Ella mira maliciosamente a Ethan. Oh, querido. Me pregunto una vez más lo que está pasando entre ellos. Frunciendo el ceño, dirijo mi atención de vuelta a mi esposo y el Sr. Bentley.

El esposo de la Sra. Bentley es rubio, de ojos oscuros, delgado y fuerte, vestido con pantalones de trabajo y una camisa del Departamento de Bomberos de Aspen. Zayn está vestido con sus vaqueros negros y una camiseta. Mientras los dos hombres deambulan por el césped hacia la casa perdidos en su conversación, Zayn casualmente se inclina para recoger lo que parece ser una caña de bambú que debe de haber sido derribada o descartada en el cantero. Deteniéndose, Zayn distraídamente sostiene la caña en alto con el brazo extendido como si lo considerara con cuidado y la desliza por el aire, sólo una vez.

Oh...

El Sr. Bentley parece no ver nada extraño en su comportamiento. Ellos continúan su discusión, más cerca de la casa esta vez, después se detienen una vez más y Zayn repite el gesto. La punta de la caña cae al suelo. Levantando la mirada, Zayn me ve junto a la ventana. De repente me siento como si lo estuviera espiando. Se detiene. Le doy un saludo avergonzado y luego giro y camino de regreso a la barra del desayuno.

—¿Qué estabas haciendo? —pregunta Kate.

—Sólo viendo a Zayn.

—Te ha dado fuerte. —Ella resopla.

—¿Y a ti no, oh-futura-cuñada? —respondo, con una sonrisa y tratando de enterrar las inquietantes imágenes de Zayn empuñando una caña. Me sorprendo cuando Kate salta y me abraza.

—¡Hermana! —exclama, y es difícil no ser arrastrado por su alegría.



—Hola, dormilona. —Zayn me despierta— Estamos a punto de aterrizar. Ponte el cinturón de seguridad.
Busco a tientas, medio dormida, mi cinturón de seguridad, pero Zayn lo sujeta por mí. Me besa en la frente antes de volver a su asiento. Inclino mi cabeza en su hombro de nuevo y cierro los ojos.
Una caminata increíblemente larga y un almuerzo campestre en la cima de una montaña espectacular me han agotado. El resto de nuestro grupo permanece tranquilo, demasiado… incluso Mia. Ella se ve abatida, así como ha estado todo el día. Me pregunto cómo está yendo su campaña con Ethan. Ni siquiera sé dónde durmieron anoche. Mis ojos atrapan a los de ella y le doy una pequeña sonrisa de “estás bien”.

Ella me da una breve sonrisa triste de vuelta y vuelve a su libro. Miro hacia arriba a Zayn a través de mis pestañas. Él está trabajando en un contrato o algo así, leyendo a través de él y anotando en los márgenes. Sin embargo, parece relajado. Elliot está roncando suavemente junto a Kate.

Todavía tengo que acorralar a Elliot y preguntarle sobre Gia, pero ha sido imposible arrinconarlo lejos de Kate. Zayn no está lo suficiente interesado como para preguntar, lo cual es irritante, pero no lo he presionado. Hemos estado disfrutando demasiado el uno del otro. Elliot apoya su mano posesivamente sobre la rodilla de Kate. Ella se ve radiante, y pensar que sólo ayer por la tarde estaba tan insegura de él. ¿Cómo es que Zayn le dice? Lelliot. ¿Tal vez es un apodo de la familia? Era dulce, mejor que prostituto. De repente, Elliot abre los ojos y mira directamente hacia mí. Me sonrojo, siendo sorprendida mirando.

Él sonríe.

—Me encanta tu rubor, Anastasia —bromea, estirándose. Kate me da su sonrisa satisfecha de “el gato se comió al canario”.

El Oficial Beighley anuncia nuestro aterrizaje en el aeropuerto y Zayn agarra mi mano.

—¿Cómo estuvo su fin de semana, Sra. Malik? —pregunta Zayn una vez que estamos en el Audi de regreso a Escala. Taylor y Ryan van al frente.

—Bien, gracias. —Sonrío, sintiéndome tímida de repente.

—Podemos ir en cualquier momento. Llevar a quien desees.

—Deberíamos llevar a Ray. Le gustaría la pesca.

—Esa es una buena idea.

—¿Cómo estuvo para ti? —pregunto.

—Bien —dice después de un momento, creo que sorprendido por mi pregunta—. Realmente bien.

—Pareció que te relajabas.

Él se encoge de hombros.

—Sabía que estabas segura.

Frunzo el ceño.

—Zayn, estoy segura la mayor parte del tiempo. Te lo he dicho antes, colapsarás a los cuarenta si sigues con este nivel de ansiedad. Y quiero envejecer contigo. —Extiendo la mano y tomo la suya. Él me mira como si no pudiera comprender lo que estoy diciendo. Tomando mi mano suavemente, besa mis nudillos y cambia de tema.

—¿Cómo está tu mano?

—Mejor, gracias.

Sonríe.

—Muy bien, Sra. Mlaik. ¿Lista para enfrentarte a Gia una vez más?
Oh, maldición. Había olvidado que íbamos a verla esta noche para revisar los planos finales. Pongo los ojos en blanco.

—Podría querer mantenerte lejos, mantenerte seguro. —Sonrío con satisfacción.

—¿Protegiéndome? —Zayn se ríe de mí.

—Como siempre, Sr. Malik. De todos los predadores sexuales —susurro.

Zayn está lavándose los dientes cuando me arrastro a la cama. Mañana tenemos que volver a la realidad: al trabajo, a los paparazzi y a Jack en custodia pero con la posibilidad de que tenga un cómplice. Hmm… Zayn fue poco claro al respecto. ¿Lo sabe? Y si fuera así, ¿me lo diría? Suspiro. Conseguir información de Zayn es como sacar un diente y hemos tenido un fin de semana tan hermoso. ¿Quiero arruinar el momento agradable intentando sacarle información?

Ha sido una revelación verlo fuera de su ambiente natural, fuera de su apartamento, relajado y feliz con su familia. Me pregunto vagamente si es porque estamos aquí en este apartamento, con todos sus recuerdos y asociaciones, que él se pone tenso. Quizás deberíamos mudarnos.
Suelto un resoplido. Nos vamos a mudar... estamos restaurando una casa en la costa. Los planos de Gia están completos y aprobados, y el equipo de Elliot comenzará a construirla la semana próxima. Río por lo bajo cuando recuerdo la sorprendida expresión de Gia cuando le dije que la había visto en Aspen. Resulta que sólo fue una coincidencia. Había acampado en su lugar de vacaciones para trabajar solamente en nuestros planos. Por un horrible momento había pensado que ella había tenido algo que ver en la elección del anillo, pero aparentemente no. Pero aún no confío en Gia, quiero oír la misma historia de Elliot. Al menos mantuvo la distancia con Zayn esta vez.

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