lunes, 5 de agosto de 2013

Capítulo 28.

La mañana siguiente, Zayn aprieta mi mano mientras salimos de AIPS. Él se parece mucho al ejecutivo poderoso en su traje oscuro y su corbata a juego, sonrío. No ha estado así de elegante desde el ballet en Mónaco.

—¿Sabes que no tienes que hacer esto? —murmura Zayn. Estoy tentada de rodar mis ojos hacia él.

—Lo sé —susurro, no queriendo que Sawyer y Ryan me oyeran por casualidad desde el frente del Audi. Él frunce el ceño y sonrío—. Pero quiero hacerlo —sigo—, lo sabes. —Me inclino y lo beso. Su ceño fruncido no desaparece— ¿Qué está mal? —Él echa un vistazo inciertamente a Ryan mientras Sawyer sale del coche.

—Te extrañaré teniéndote conmigo.

Me levanto para acariciar su cara.

—Yo también. —Lo beso— Fue una maravillosa luna de miel. Gracias.

—Vaya al trabajo, Sra. Malik.

—Usted, también, Sr. Malik.

Sawyer abre la puerta. Aprieto la mano de Zayn una vez más antes de salir a la acera. Mientras me dirijo al edificio, le doy un saludo con la mano, Sawyer sostiene abierta la puerta y me sigue dentro.

—Hola, Anastasia. —Claire sonríe detrás del mostrador de recepción.

—Claire, hola. —Sonrío de vuelta.

—Te ves maravillosa. ¿Buena luna de miel?

—La mejor, gracias. ¿Cómo ha estado todo por aquí?

—El anciano Roach es el mismo, pero han aumentado la seguridad y nuestro cuarto de servidor está siendo revisado. Pero Hannah te dirá.

Seguro lo hará. Le doy a Claire una sonrisa amistosa y me dirijo a mi oficina.

Hannah es mi ayudante. Ella es alta, delgada, y despiadadamente eficiente al punto de que a veces la encuentro un poco intimidante. Pero es agradable, a pesar de que es un par de años mayor. Tiene mi café esperando, el único café que le dejo conseguir para mí.

—Hola, Hannah —digo cariñosamente.

—Anastasia, ¿cómo estuvo tu luna de miel?

—Fantástico. Toma, para ti. —Hago caer la pequeña botella de perfume que compré para ella en su escritorio, y aplaude con regocijo.

—¡Ah, gracias! —dice entusiasmadamente— Tu correspondencia urgente está en tu escritorio, y a Roach le gustaría verte a las diez. Eso es todo lo que tengo que relatar por el momento.

—Bueno. Gracias. Y gracias por el café. —Vago hacia mi oficina, descanso mi maletín en mi escritorio y miro fijamente las cartas amontonadas.

Joder, tengo mucho para hacer.

Justo antes de las diez hay un golpe tímido en mi puerta.

—Entra.

Elizabeth mira en torno a la puerta.

—Hola, Anastasia. Sólo quise darte la bienvenida de nuevo.

—Hola. Tengo que decirlo, leyendo toda esta correspondencia, deseo estar de nuevo en el Sur de Francia.

Elizabeth se ríe, pero su risa es apagada, forzada, y ladeo mi cabeza a un lado y miro fijamente hacia ella como Zayn me hace a mí.

—Me alegro que estés de vuelta sana —dice— Te veré en unos minutos en la reunión con Roach.

—Bien —murmuro, y cierra la puerta detrás de ella. Miro con ceño a la puerta cerrada.

¿De qué iba eso? Me encojo de hombros. Mi correo electrónico suena, es un mensaje de Zayn.

De: Zayn Malik.
Asunto: Esposas Errantes
Para: Anastasia Steele

Esposa:
Te he enviado el correo que encontrarás más abajo y me ha venido devuelto.
Y es porque no has cambiado tu nombre.
¿Algo que quieras decirme?

Zayn Malik
Gerente General, Malik Enterprises Holdings Inc.

Adjunto:

De: Zayn Malik
Re Asunto: Burbuja
Para: Anastasia Malik

Sra. Malik:
Amo cubrir todas las bases contigo.
Ten un gran primer día de regreso.
Extrañando nuestra burbuja ya.
X

Zayn Malik
De vuelta en el Mundo Real Gerente General, Malik Enterprises Holdings Inc.

Mierda. Pulso «Responder» inmediatamente.

De: Anastasia Steele
Asunto: No reviente la Burbuja
Para: Zayn Malik

Esposo:

Soy toda una metáfora de béisbol contigo, Sr. Malik.
Quiero mantener mi nombre aquí.
Te explicaré esta tarde.
Entro a una reunión ahora.
Extraño nuestra burbuja, también...

PD: Creía que debía utilizar la BlackBerry para esto…

Anastasia Steele
Coordinador Editorial, AIPS


Esto va a ser una pelea. Puedo sentirlo. Suspirando, recojo mis documentos para la reunión.


La reunión dura dos horas. Todos los coordinadores editoriales están allí, más Roach y Elizabeth. Hablamos del personal, estrategia, mercadotecnia, seguridad, y fin de año. Cuando la reunión progresa, me pongo cada vez más incómoda. Hay un cambio sutil de cómo mis colegas me tratan, una distancia y cuidado que no estaba allí antes de que me fuera a mi luna de miel. Y con Courtney, que dirige sección de no ficción, hay hostilidad patente. Tal vez sólo soy paranoica pero esto va de alguna forma hacia la explicación del saludo raro de Elizabeth esta mañana.

Mi mente va a la deriva devuelta al yate, entonces al cuarto de juegos, entonces al R8 que se apresura lejos del Dodge misterioso en la I-5. Quizás Zayn tiene razón… quizás no puedo seguir haciendo esto. El pensamiento es deprimente, esto es todo lo que alguna vez he querido hacer. ¿Si no puedo hacer esto, qué haré? Mientras vuelvo a mi oficina, trato de rechazar estos pensamientos oscuros.

Cuando me siento en mi escritorio, rápidamente compruebo mis correos electrónicos. Nada de Zayn. Compruebo mi BlackBerry... todavía nada. Bueno. Al menos no hubo ninguna reacción adversa a mi correo electrónico. Quizás hablaremos de esto esta noche de acuerdo a mi solicitud. Encuentro eso difícil de creer, pero ignorando ese sentimiento inquieto, abro el plan de marketing que me dieron en la reunión.

Como cada lunes, Hannah entra a mi oficina con un plato para mi almuerzo empacado, cortesía de la Sra. Jones, nos sentamos y comemos nuestros almuerzos juntas, discutiendo lo que queremos lograr esta semana. Ella me pone al día con el cotilleo de la oficina, también, lo cual, considerando que he estado fuera por tres semanas, escasea bastante. Mientras estamos conversando, alguien golpea la puerta.

—Pase.

Roach abre la puerta, y a su lado está Zayn. Estoy momentáneamente estupefacta. Zayn me lanza una mirada abrasadora y entra, antes de sonreírle cortésmente a Hannah

—Hola, tú debes ser Hannah. Soy Zayn Malik —dice. Hannah se pone de pie apresuradamente y extiende su mano.

—Sr. Malik. En… encantada de conocerlo —balbucea mientras se dan la mano—. ¿Puedo traerle un café?

—Por favor —dice cordialmente. Con una rápida mirada de perplejidad hacia mí, ella se escabulle fuera de la oficina pasando a Roach, quien está de pie tan estupefacto como yo en el umbral de mi oficina.

—Si me disculpas, Roach, me gustaría hablar con la «señorita» Steele.

Zayn alarga la S con cierto sarcasmo.

Es por esto que está aquí… Oh mierda.

—Por supuesto, Sr Malik. Anastasia —murmura Roach, cerrando la puerta de mi oficina mientras sale. Recupero el habla.

—Sr. Malik. Que agradable verlo —sonrío, con demasiada dulzura.

—«Señorita» Steele, ¿puedo sentarme?

—Es tu compañía. —Señalo la silla que Hannah dejó libre.

—Sí, lo es. —Me sonríe de una manera lobuna, la sonrisa no alcanzando sus ojos. Su tono es entrecortado. Se está encrespando de tensión, puedo sentirla alrededor mío. Mierda. Mi corazón se hunde.

—Tu oficina es muy pequeña —dice mientras se sienta frente a mi escritorio.

—Me viene bien.

Me contempla neutralmente, pero sé que está enfadado. Respiro profundo. Esto no va a ser divertido.

—¿Entonces qué puedo hacer por ti, Zayn?

—Sólo estoy inspeccionando mis activos.

—¿Tu activos? ¿Todo ellos?

—Todos ellos. Algunos necesitan un cambio de nombre.

—¿Cambio de nombre? ¿Qué quieres decir con eso?

—Creo que lo sabes. —Su voz es amenazadoramente suave.

—Por favor, no me digas que has interrumpido tu día después de tres semanas fuera para venir aquí y pelear conmigo por mi nombre. —¡No soy un maldito activo!

Él se mueve y cruza las piernas.

—No exactamente para pelear. No.

—Zayn, estoy trabajando.

—Me pareció que estabas chismoseando con tu asistente.

Mis mejillas se calientan.

—Estábamos repasando nuestros horarios —digo bruscamente—Y no has respondido a mi pregunta.

Hay un golpe en la puerta.

—¡Adelante! —grito, demasiado fuerte.

Hannah abre la puerta y trae una pequeña bandeja. Una jarra de leche, una azucarera, café en una cafetera francesa, ella ha hecho todo lo posible. Coloca la bandeja en mi escritorio.

—Gracias Hannah —murmuro, avergonzada de que haya gritado tan fuerte.

—¿Necesita algo más, Sr. Malik? —pregunta ella jadeando. Quiero ponerle mis ojos en blanco.

—No, gracias. Eso es todo. —Él le lanza su sonrisa deslumbrante, baja- bragas. Ella se sonroja y sale con una sonrisa tonta en su cara. Zayn dirige su atención de vuelta hacia mí.

—Vamos a ver, «señorita» Steele, ¿dónde estábamos?

—Estabas interrumpiendo groseramente mi jornada laboral para pelear conmigo por mi nombre.

Zayn parpadea una vez, sorprendido, creo yo, por la intensidad de mi voz. Con destreza, él recoge una pelusa invisible sobre su rodilla con dedos hábiles y largos. Distrae la atención. Lo está haciendo a propósito. Le entrecierro mis ojos.

—Me gusta hacer alguna que otra visita improvisada. Mantiene a los directivos alertas, esposas en su lugar… Ya sabes. —Se encoge de hombros, su boca se extiende en una arrogante línea.

¡Esposas en su lugar!

—No tenía idea de que pudieras perder el tiempo —digo bruscamente.

Sus ojos se congelan.

—¿Por qué no quieres cambiar tu apellido aquí? —pregunta, su voz mortalmente suave.

—Zayn, ¿tenemos que discutir esto ahora?

—Estoy aquí. No veo por qué no.

—Tengo un montón de trabajo que hacer, habiendo estado fuera las últimas tres semanas.

Él me mira fijamente, sus ojos fríos y evaluadores, incluso distantes. Me maravilla el que pueda parecer tan frío después de anoche, después de las últimas tres semanas. Mierda. Debe estar muy enfadado, realmente enfadado. ¿Cuándo aprenderá a no sobreactuar?

—¿Te avergüenzo? —pregunta, su voz es aparentemente suave.

—¡No! Zayn, por supuesto que no. —Le frunzo el ceño—. Esto es sobre mí, no sobre ti. Caray, eres exasperante algunas veces. Idiota megalómano autoritario.

—¿Cómo es que esto no es por mí? —Inclina su cabeza a un costado, genuinamente perplejo, algo de su indiferencia deslizándose mientras me mira fijamente con los ojos muy abiertos, y me doy cuenta que está herido.

Joder, he herido sus sentimientos. Oh, no… Él es la última persona a la que querría hacer daño. Tengo que conseguir que lo entienda, explicarle las razones de mi decisión.

—Zayn, cuando acepté este trabajo, sólo acababa de conocerte —digo pacientemente, luchando para encontrar las palabras correctas— No sabía que ibas a comprar esta compañía…

¿Qué puedo decir sobre ese evento en nuestra breve historia? Sus desquiciadas razones para hacerlo, su manía controladora, sus tendencias acosadoras empeorando, dándole rienda suelta porque es millonario. Sé que quiere mantenerme segura, pero es su propiedad de la AIPS el principal problema aquí. Si nunca hubiera interferido, podría continuar como siempre y no tener que enfrentar las recriminaciones descontentas susurradas por mis colegas. Pongo mi cabeza en mis manos sólo para romper el contacto visual.

—¿Por qué es tan importante para ti? —pregunto, tratando desesperadamente de contener mi temperamento exaltado.

Levanto la vista hacia su mirada imperturbable, sus ojos luminosos, sin delatar nada, su pena anterior ahora escondida. Pero aun mientras hago la pregunta, en el fondo sé la respuesta antes de que la diga.

—Quiero que todo el mundo sepa que eres mía.

—Soy tuya, mira. —Levanto mi mano izquierda, mostrando mis anillos de compromiso y matrimonio.

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