lunes, 5 de agosto de 2013

Capítulo 29.

—No es suficiente.

—¿No es suficiente el que me haya casado contigo? —Mi voz es apenas un susurro.

Él reacciona a lo que digo, registrando el horror en mi cara. ¿A dónde puedo ir desde aquí? ¿Qué más puedo hacer?

—No es eso a lo que me refiero —dice bruscamente y pasa una mano por su pelo demasiado largo y este cae sobre su frente.

—¿A qué te refieres?

Él traga.

—Quiero que tu mundo empiece y termine conmigo —dice, su expresión vulnerable.

Su comentario me desbarata totalmente. Es como si me hubiera golpeado duro en el estómago, dejándome sin aliento e hiriéndome. Y la visión que me viene a la mente es la de un niño pequeño, asustado, de ojos mieles con ropas sucias, desiguales y que no le entallan correctamente.

—Pero si así es —digo sin engañarlo, porque es la verdad— Sólo estoy tratando de establecer una carrera y no quiero explotar tu nombre. Tengo que hacer algo, Zayn. No me puedo quedar encerrada en Escala o en la nueva casa sin hacer nada. Enloqueceré. Me asfixiaré. Siempre he trabajado, y disfruto de esto. Éste es el trabajo de mis sueños; es todo lo que alguna vez he querido. Pero hacer esto no significa que te ame menos. Tú eres mi mundo.

Mi garganta duele y las lágrimas pican en mis ojos. No debo llorar, no aquí. Lo repito una y otra vez en mi cabeza. No debo llorar. No debo llorar.
Él me mira fijamente, no diciendo nada. Después frunce el ceño como si estuviera considerando lo que he dicho.

— ¿Te asfixio? —Su voz es sombría, y es el eco de una pregunta que me ha hecho antes.

—No… sí… no.

Qué conversación más irritante. Y además es algo que preferiría no tener que hablar aquí. Cierro los ojos y me froto la frente intentando descubrir cómo hemos llegado a esto.

—Estamos hablando de mi apellido. Quiero mantener mi apellido porque quiero marcar una distancia entre tú y yo… Pero solo en el trabajo, solo aquí. Ya sabes que todo el mundo cree que he conseguido el empleo por ti, cuando en realidad no es… —Me interrumpo en seco cuando sus ojos se abren mucho. Oh, no… ¿Ha sido por él?

—¿Quieres saber por qué conseguiste el trabajo, Anastasia?

—¿Qué? ¿Qué quieres decir?

Se revuelve en la silla como si se estuviera armando de valor. ¿De verdad quiero saberlo?

—La dirección te dio el puesto de Hyde temporalmente. No querían contratar a un ejecutivo con experiencia teniendo en cuenta que se estaba negociando la venta de la empresa. No tenían ni idea de lo que iba a hacer el nuevo dueño cuando la empresa cambiara de manos. Por eso, con buen criterio, decidieron no hacer un gasto más. Así que te dieron a ti el puesto de Hyde, para que te ocuparas de todo hasta que el nuevo dueño —hace una pausa y sus labios forman una sonrisa irónica—, es decir, yo, se hiciera cargo.

Oh, maldita sea…

—¿Qué quieres decir? —De modo que sí que ha sido por él. ¡Joder! Estoy horrorizada.

Sonríe y niega con la cabeza al ver mi expresión.

—Relájate. Has estado más que a la altura del desafío. Lo has hecho muy bien.

Percibo un toque de orgullo en su voz y eso casi es mi perdición.

—Oh —digo sin saber muy bien qué hacer mientras mi mente procesa como loca esas noticias. Me acomodo mejor en la silla con la boca abierta y mirándole. Él vuelve a cambiar de postura.

—No quiero asfixiarte, Anastasia. Ni meterte en una jaula de oro. Bueno… —dice y la cara se le oscurece—. Bueno, mi parte racional no quiere. —Se acaricia la barbilla pensativo mientras su mente va imaginando algún plan.

¿Adónde quiere llegar con esto? Zayn me mira de repente, como si acabara de tener una iluminación.

—Pero una de las razones por las que estoy aquí, aparte de tratar algunas cosas con mi esposa descarriada… —dice entornando los ojos—, es para hablar de lo que voy a hacer con esta empresa.

¡Esposa descarriada! ¡Yo no estoy descarriada y no soy uno de sus activos! Miro a Zayn con el ceño fruncido y desaparece la amenaza de las lágrimas.

—¿Y cuáles son tus planes? —Ladeo la cabeza igual que él y no puedo evitar el tono sarcástico.

Sus labios se curvan formando un principio de sonrisa. Uau, cambio de humor, ¡otra vez! ¿Cómo voy a poder seguir alguna vez a este hombre tan temperamental?

—Voy a darle un nuevo nombre a la compañía, Editorial Malik. Y al cabo de un año, será tuya.

¿Qué? Mi boca se abre una vez más, más abierta esta vez.

—Es mi regalo de bodas para ti.

Cierro mi boca después la abro, tratando de articular algo, pero no hay nada. Mi mente esta en blanco

—¿O te gusta más Editorial Steele?

Él está hablando en serio. Joder.

—Zayn —susurro cuando mi cerebro finalmente se reconecta con mi boca—. Me diste un reloj… no puedo dirigir un negocio.

Se inclina su cabeza a un costado de nuevo y me da un ceño reprobatorio.

—Dirijo mi propio negocio desde que tenía veintiún años.

—Pero tú eres… tú. Controlador y un joven genio extraordinario. Caray Zayn, te especializaste en economía en Harvard antes de dejarlo. Al menos tienes una idea. Yo vendí pintura y abrazaderas plásticas por tres años en un trabajo a medio tiempo, por amor de Dios. He visto tan poco del mundo, ¡y no sé casi nada! —Mi voz se levanta, haciéndose más fuerte y alta, mientras completo mi discurso.


—También eres la persona más culta que conozco —contesta él con seriedad— Amas un buen libro. No podías dejar de hacer tu trabajo mientras estábamos de luna de miel. ¿Cuántos manuscritos leíste? ¿Cuatro?

—Cinco —susurro.

—Y escribiste reportes completos de todos ellos. Eres una mujer muy inteligente, Anastasia. Estoy seguro que lo lograrás.

—¿Estás loco?

—Loco por ti —susurra él.

Suelto una risotada porque es lo único que mi cuerpo puede hacer. Él entrecierra sus ojos.

—Serás el hazmerreír. Comprar una compañía para la pequeña mujer que sólo ha tenido un trabajo de tiempo completo por pocos meses de su vida adulta.

—¿Crees que me importa un bledo lo que piensa la gente? Además, no estarás por tu cuenta.

Lo miro boquiabierta. Realmente le falta un tornillo esta vez.

—Zayn, yo… —Pongo mi cabeza en mis manos, mis emociones han pasado por un exprimidor. ¿Está loco? Y en algún lugar oscuro y profundo dentro de mí, tengo la repentina, inapropiada necesidad de reír. Cuando levanto la mirada hacia él de nuevo, sus ojos están muy abiertos.

—¿Hay algo que le divierta, señorita Steele?

—Sí. Tú.

Sus ojos se abren aún más, sorprendido pero también divertido.

—¿Riéndote de tu esposo? Eso nunca se hace. Y estás mordiendo tu labio.

Sus ojos se ensombrecen… de esa manera. Oh no, conozco esa mirada. Sensual, seductora, lasciva… ¡No, no, no! No aquí.

—Ni siquiera lo pienses —advierto, la alarma clara en mi voz.

—¿Pensar en que Anastasia?

—Conozco esa mirada. Estamos en el trabajo.

Él se inclina hacia adelante, sus ojos pegados a los míos, hambrientos y de color miel líquido. Trago instintivamente

—Estamos en un despacho pequeño, razonablemente insonorizado y con una puerta que se puede cerrar con llave —me susurra.

—Comportamiento inmoral flagrante —le digo pronunciando las palabras con mucho cuidado.

—No con tu esposo.

—Si con el jefe del jefe de mi jefe —siseo.

—Eres mi esposa.

—Zayn, no. Lo digo en serio. Puedes follarme hasta dejarme de siete tonos distintos esta noche. Pero no ahora. ¡No aquí!

Él parpadea y entrecierra sus ojos una vez más. Después inesperadamente se ríe.

—¿Siete tonos distintos? —Él arquea una ceja, intrigado—Tal vez le tome la palabra, Sra. Steele.

—¡Oh, detén eso de Sra. Steele! —digo bruscamente y golpeo el escritorio, sobresaltándonos— Por amor de Dios, Zayn. Si significa tanto para ti, ¡cambiaré mi apellido!

Su boca se abre mientras inhala bruscamente. Y después sonríe, una radiante, feliz y completa sonrisa. Wow…

—Bien. —Él da una palmada de alegría, y de repente se pone de pie.

¿Ahora qué?

—Misión cumplida. Ahora, tengo trabajo que hacer. Si me disculpa, Sra. Malik.

Aargg, ¡este hombre es tan exasperante!

—Pero…

—¿Pero qué, Sra. Malik?

—Nada. Sólo vete.

—Eso intento. Te veré esta noche. Estoy esperando ponerte de siete tonos distintos.

Frunzo el ceño.

—Oh, y tengo un montón de compromisos sociales relacionados con la empresa en camino, y me gustaría que me acompañases.

Lo miro boquiabierta. ¿Por qué no se va de una vez?

—Haré que Andrea llame a Hannah para que ponga las fechas en tu calendario. Hay algunas personas a las que necesitas conocer. Deberías hacer que Hannah repasara tu calendario de ahora en adelante.

—Está bien —mascullo, completamente perpleja, desconcertada y traumatizada.

Él se inclina sobre mi escritorio. ¿Ahora qué? Estoy atrapada en su mirada hipnotizante.

—Amo hacer negocios con usted, Sra. Malik. —Se inclina más cerca mientras yo me siento paralizada, y planta un suave y tierno beso en mis labios.

—Nos vemos, nena —murmura. Se pone de pie abruptamente, me guiña el ojo y se va.

Apoyo la cabeza en el escritorio, sintiendo que he sido arrollada por un tren de alta velocidad, un tren de alta velocidad que resulta ser mi amado esposo. Debe ser el más frustrante, molesto, y mandatario hombre en la tierra. Me enderezo y me froto los ojos con fuerza. ¿A qué acabo de acceder? De acuerdo, Anastasia Malik directora de AIPS, quiero decir, Editoriales Malik. El hombre está loco. Alguien golpea la puerta, y Hannah mete la cabeza.

—¿Estás bien? —pregunta.

Simplemente la miro. Hace una mueca.

—Sé que no te gusta que haga estas cosas por ti, ¿pero quieres que te haga una taza de té?

Asiento.

—¿Twinings English Breakfast, débil y negro?

Asiento.

—Está enseguida, Anastasia.

Miro la pantalla de mi ordenador en blanco, aún anonadada. ¿Cómo puedo hacer que entienda? ¡Un Email!

De: Anastasia Malik.
Asunto: ¡NO SOY UN ACTIVO!
Para: Zayn Malik.

Señor Zayn.
La próxima vez que venga a verme, pide una cita, así al menos puedo tener una advertencia previa de tu megalomanía dominante adolescente.

Tuya, Anastasia Malik <----- por favor nota el nombre.
Coordinadora Editorial, AIPS

De: Zayn Malik.
Asunto: De siete tonos diferentes.
Para: Anastasia Steele.

Mi querida Sra. Malik (con énfasis en Mi)

¿Qué puedo decir en mi defensa? Pasaba por alli...
Y no, no eres un activo, eres mi amada esposa.
Como siempre, me alegraste el día.

Zayn Malik
Gerente General y megalomaníaco dominante, Malik Enterprises Holding Inc.

Está tratando de ser gracioso, pero no estoy de humor para reír. Inspiro hondo y vuelvo a mi correspondencia.

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