martes, 14 de mayo de 2013

Capítulo 49.

Mi madre me abraza fuertemente.

—Sigue a tu corazón cariño y por favor, por favor, trata de no sobre pensar las cosas. Relájate y disfruta de ti misma. Eres tan joven, corazón. Aún tienes mucha vida por experimentar, simplemente déjalo pasar. Te mereces todo lo mejor.

Sus sinceras palabras son confortablemente susurradas en mi oído. Ella besa mi cabello.

—Oh, mamá. —Cálidas y poco bienvenidas lágrimas pinchan mis ojos mientras me aferro a ella.

—Cariño, sabes lo que se dice. Tienes que besar un montón de sapos antes de encontrar a tu príncipe.

Le doy una agridulce sonrisa ladeada.

—Creo que ya he besado al príncipe, mamá. Sólo espero que no se transforme en un sapo.

Ella me da su más entrañable y maternal sonrisa de amor absoluto e incondicional y me maravillo del amor que siento por esta mujer mientras nos abrazamos de nuevo.

—Anastasia… ya están llamando a tu vuelo. —La voz de Bob es ansiosa.

—¿Me visitarás, mamá?

—Por supuesto cariño, pronto. Te amo.

—Yo también.

Sus ojos están enrojecidos, con lágrimas no derramadas mientras me suelta. Odio dejarla. Abrazo a Bob y dando media vuelta, me dirijo hacia la puerta de embarque. No tengo tiempo para la sala de primera clase hoy. Me obligo a mí misma a no mirar atrás. Pero lo hago: Bob está sosteniendo a mi mamá y las lágrimas caen por sus mejillas.
No puedo contener las mías. Agacho la cabeza y camino a la puerta, manteniendo la mirada en el brilloso piso blanco, borroso por las acuosas lágrimas.

Una vez a bordo, en la lujosa primera clase, me hundo en mi asiento e intento componerme a mí misma. Siempre es doloroso alejarme de mi mamá… ella es despistada, desorganizada, pero perspicaz y me ama. Amor incondicional… lo que todo niño se merece de sus padres. Frunzo el ceño ante mis caprichosos pensamientos y saco mi BlackBerry, mirándolo con desanimo.

¿Qué sabe Zayn sobre el amor? Él no parece haber tenido el amor incondicional que se merecía durante sus primeros años de vida. Mi corazón da un vuelco y las palabras de mi madre flotan como una brisa por mi mente: Sí, Anastasia. Demonios ¿Qué necesitas? ¿Una señal de neón destellando en su frente? Cree que Zayn me ama, pero entonces… ella es mi madre, por supuesto que va a creer eso. Ella cree que me merezco lo mejor de todo. Frunzo el ceño.

Es verdad y en un momento de asombrosa claridad, lo veo. Es muy simple: yo quiero su amor. Necesito que Zayn Malik me ame. Es por eso que estoy tan reticente con respecto a nuestra relación, porque en algún nivel básico y fundamental, reconozco en mí una profunda compulsión por ser amada y querida.

Y a causa de sus cincuenta sombras, me retengo a mí misma. El BDSM es sólo una distracción del verdadero asunto. El sexo es increíble, él es adinerado, hermoso, pero todo eso no tiene sentido sin su amor y lo que en realidad me rompe el corazón, es que no sé si es capaz de amar. Ni siquiera se ama a sí mismo. Recuerdo su auto odio, el amor de ella siendo la única forma que encontró… aceptable. Castigado, azotado, golpeado o lo que fuera que su relación implicara, él se siente indigno de amor. ¿Por qué se siente así? ¿Cómo puede sentir eso? Sus palabras me persiguen: Es muy difícil crecer en una familia perfecta cuando tú no eres perfecto.

Cierro los ojos imaginando su dolor y no puedo ni siquiera comenzar a comprenderlo. Me estremezco al recordar que yo podría haber divulgado demasiado ¿Qué he confesado a Zayn en mis sueños? ¿Qué secretos he revelado?

Miro mi BlackBerry, con la vaga esperanza de que me dé alguna respuesta. Más bien como era de esperar, no es muy comunicativo. Como aún no hemos despegado, decido enviarle un correo a mi Cincuenta Sombras.

De: Anastasia Steele
Asunto: Regreso a casa.
Para: Zayn Malik

Querido señor Malik:
Una vez más estoy instalada en primera clase, lo que le agradezco. Estoy contando los minutos hasta verte esta noche y tal vez torturándote para sacarte la verdad de mis admisiones nocturnas.

Tu Anastasia. X

De: Zayn Malik
Asunto: Regreso a casa.
Para: Anastasia Steele

Anastasia, no puedo esperar a verte.

Zayn Malik
Gerente General, Malik Enterprise Holdings Inc.

Su respuesta me hace fruncir el ceño. Suena demasiado corto y formal, no de su conciso pero ingenioso estilo.

De: Anastasia Steele.
Asunto: Regreso a casa.
Para: Zayn Malik

Queridísimo señor Malik:
Espero que todo esté bien con la “situación”. El tono de tu correo es preocupante.

Anastasia. X

De: Zayn Malik
Asunto: Regreso a casa
Para: Anastasia Steele.

Anastasia:
La situación podría estar mejor. ¿No has despegado ya? Si es así, no deberías enviarme correos. Te estás poniendo a ti misma en una situación de riesgo, en directa contravención a la norma de resguardar tu seguridad personal. Dije en serio lo de los castigos.

Zayn Malik
Gerente General, Malik Enterprise Holdings Inc.

Idiota. De acuerdo. Por Dios. ¿Qué está comiendo? ¿Tal vez la “situación”? Tal vez Taylor se fue sin permiso, tal vez le hizo perder un par de millones de dólares en el mercado de valores, vaya uno a saber.

De: Anastasia Steele
Asunto: Exageración
Para: Zayn Malik

Querido señor Gruñón:
Las puertas del avión aún están abiertas. Estamos retrasados pero sólo por diez minutos. Mi bienestar y el de los pasajeros a mi alrededor está asegurado. Así que puedes guardar tu ansiosa palma por ahora.

Señorita Steele.

De: Zayn Mlaik
Asunto: Mis disculpas, palma ansiosa guardada.
Para: Anastasia Steele

Te extraño a ti y a tu inteligente boca, señorita Steele.
Quiero que llegues a salvo a casa.

Zayn Malik
Gerente General, Malik Enterprise Holdings Inc.

De: Anastasia Steele
Asunto: Disculpas aceptadas.
Para: Zayn Malik

Están cerrando las puertas. No escucharas otro pío de mi parte, especialmente dada tu sordera.
Hasta luego.

Anastasia. X

Apago mi BlackBerry, incapaz de saciar mi ansiedad. Algo le pasa a Zayn. Tal vez la “situación” se le fue de las manos. Me recuesto, dándole un vistazo al casillero donde los bolsos son guardados. Me las arreglé, con la ayuda de mi madre, para comprarle a Zayn un pequeño regalo esta mañana y así agradecerle por la primera clase y por el vuelo. Sonrío con el recuerdo del precio, eso fue algo más. Aun no sé si se lo voy dar. Podría pensar que es infantil… y si está en su humor extraño, tal vez no lo haga.

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