lunes, 13 de mayo de 2013

Capítulo 35.

—Una entrega, señorita Steele, señorita Kavanagh. —La decepción fluye libremente e inesperadamente a través de mis venas. No es Zayn.

—Segundo piso, apartamento dos.

Kate deja entrar al repartidor. Se queda boquiabierto cuando ve a Kate, con sus pantalones ajustados, camiseta y cabello recogido a lo alto con algunas hebras sueltas. Ella tiene ese efecto en los hombres. Sostiene una botella de champagne con un globo en forma de helicóptero adjunto. Ella le da una deslumbrante sonrisa para que vaya por su camino y procede a leer la tarjeta para mí.

"Señoritas, Buena suerte en su nuevo hogar" Zayn Malik.

Kate sacude la cabeza con desaprobación.

—¿Por qué no puede escribir “De Zayn”? ¿Y qué hay con lo del raro globo en forma de helicóptero?

—Charlie Tango.

—¿Qué?

—Zayn me trajo a Seattle en su helicóptero. —Me encojo de hombros.

Kate me mira boquiabierta. Tengo que decirlo: amo estas ocasiones, Katherine Kavanagh, callada y anonadada, son ocasiones tan raras. Tomo un corto y lujoso momento para disfrutarlo.

—Sip, tiene un helicóptero que vuela él mismo —digo orgullosamente.

—Por supuesto que el obscenamente rico bastardo tiene un helicóptero. ¿Por qué no me lo dijiste?

Kate me mira acusadoramente, pero está sonriendo, sacudiendo su cabeza con incredulidad.

—He tenido muchas cosas en mi mente últimamente.

Ella frunce el ceño.

—¿Vas a estar bien mientras no estoy?

—Por supuesto —contesté tranquila. Nueva ciudad, sin trabajo... Novio loco.

—¿Le diste nuestra dirección?

—No, pero acechar es una de sus especialidades. —Reflexiono, realista.

La frente de Kate se arruga más.

—De alguna manera, no estoy sorprendida. Él me preocupa, Anastasia. Al menos esto es un champán bueno y frío.

Por supuesto, sólo Zayn enviaría el champán frío o haría que su secretaria lo haga... O tal vez Taylor. Lo abrimos ahí y luego encontramos nuestras tazas de té, eran nuestros últimos artículos para embalar.

—Bollinger Grande Anné Rosé 1999, una cosecha excelente. —Sonrío a Kate y tintineamos nuestras tazas de té.

Es temprano para una mañana gris de un domingo después de una noche de sueño sorprendentemente refrescante y de estar despierta, recostada, mirando mis cajas. Realmente deberías estar desempacando eso, gruñe mi subconsciente, juntando sus labios de arpía. No... Hoy es el día. Mi Diosa interna está a su lado, saltando de un pie al otro. La anticipación cuelga pesada y solemne sobre mi cabeza como una oscura nube de tormenta tropical. Las mariposas inundan mi vientre, al mismo tiempo que un dolor más oscuro, carnal, encantador, mientras trato de imaginarme qué me hará... Y por supuesto, tengo que firmar ese maldito contrato ¿o no? Escucho el sonido de un correo entrante de la máquina en el piso al lado de mi cama.

De: Zayn Malik
Asunto: Mi vida en números.
Para: Anastasia Steele.

Si conduces, necesitarás el código de acceso para el estacionamiento bajo tierra de Escala: 146963.
Estaciona en el espacio 5, es uno de los míos. Código para el ascensor: 1880.

Zayn Malik
Gerente General, Malik Enterprise Holdings Inc.

De: Anastasia Steele
Asunto: Una excelente cosecha.
Para: Zayn Malik

Sí, señor. Entendido.

Gracias por el champán y por considerar a Charlie Tango que ahora está atado a mi cama.

Anastasia.

De: Zayn Malik
Asunto: Envidia 
Para: Anastasia Steele

De nada.

No llegues tarde.

Suertudo Charlie Tango.

Zayn Malik
Gerente General, Malik Enterprise Holdings Inc.

Pongo mis ojos en blanco ante su carácter mandón, pero su última línea me hace sonreír. Me dirijo al baño, preguntándome si Elliot volvió anoche y tratando de controlar mis nervios.

¡Puedo manejar el Audi con tacones altos! A las 12:55 p.m. precisamente, dejo el automóvil en el estacionamiento de Escala, en el espacio cinco. ¿Cuántos lugares tiene? El Audi SUV está aquí, el R8 y dos Audi SUVs más pequeños... Mmm. Reviso mi rímel rara vez usado a la luz en el espejo frente a mi parabrisas. No tenía uno de estos en el Beetle.
¡Vamos niña! Mi Diosa interna tiene sus pompones en la mano, está en el modo porrista. En los infinitos espejos del ascensor, reviso mi vestido color ciruela, bueno, el vestido color ciruela de Kate. La última vez que lo usé, él quiso quitármelo. Mi cuerpo toma ese pensamiento. Dios mío, el sentimiento es exquisito y me quita la respiración. Estoy usando la ropa interior que Taylor compró para mí. Me pongo colorada ante el pensamiento de su cuerpo sexy vagabundeando por los pasillos del Agente Provocador o donde fuera que lo compró.

Las puertas se abren y estoy frente al vestíbulo del departamento once.

Taylor está fuera en la doble puerta cuando salgo del ascensor.

—Buenas tardes, señorita Steele —dice.

—Oh, por favor, llámame Anastasia

—Anastasia—sonríe—. El Sr. Malik está esperándote.

Zayn está sentado en el sofá del living leyendo los periódicos del domingo.

Levanta la vista cuando Taylor me dirige dentro del living. La habitación es exactamente como la recuerdo, ha pasado toda una semana desde que estuve aquí, pero se siente mucho más. Zayn parece tranquilo y calmado, realmente parece celestial.

Tiene puesta su camisa blanca de lino y unos jeans, sin zapatos o calcetines. Su cabello está alborotado, despeinado y sus ojos mieles brillan con maldad. Su belleza me deja con la boca abierta. Él se levanta y da un paso hacia mí, una divertida sonrisa evaluadora sobre sus hermosos labios esculpidos.

Me quedo inmóvil en la entrada de la habitación, paralizada por su belleza y la dulce anticipación de lo que viene. La familiar carga está aquí entre nosotros, chispeando despacio en mi vientre, arrastrándome hacia él.

—Mmm... Ese vestido —murmura con aprobación mientras mira hacia abajo— Bienvenida de nuevo, señorita Steele —susurra y, sujetando mi barbilla, se inclina hacia abajo y me da un apacible y ligero beso en mis labios. El toque de sus labios con los míos retumba a través de mi cuerpo. Mi respiración se dificulta.

—Hola —susurro mientras enrojezco

—Estás a tiempo. Me gusta la puntualidad. Ven. —Toma mi mano y me conduce al sofá—. Quiero mostrarte algo —dice cuando nos sentamos. Me da el Seattle Times. En la página ocho, hay una fotografía de nosotros juntos en la ceremonia de graduación. ¡Dios! Estoy en el diario. Compruebo el título.

Zayn Malik y una amiga en la fiesta de graduación en la Universidad Vancouver.

Me río.

—Así que ahora soy tu "amiga".

—Así parece. Y en los periódicos, así que debe ser verdad. —Sonríe con satisfacción.

Está sentado junto a mí, enfrentándome con todo el cuerpo, una de sus largas piernas bajo la otra. Estirándose, pone mi cabello tras mi oreja con su largo dedo índice. Mi cuerpo cobra vida ante su tacto, esperando y necesitando.

—Entonces Anastasia, tienes una idea mucho más clara sobre lo que soy desde la última vez que estuviste aquí.

—Sí.

¿A dónde va con esto?

—Y sin embargo volviste.

Asiento tímidamente y sus ojos mieles resplandecen. Sacude su cabeza ligeramente mientras lucha contra alguna idea.

—¿Has comido? —pregunta de la nada.

—No.

—¿Estás hambrienta? —Realmente trata de no parecer enfadado.

—No de comida —susurro y las ventanas de su nariz estallan, reaccionando ligeramente.

Se inclina hacia adelante y susurra en mi oído.

—Estás más impaciente que nunca, señorita Steele y sólo para confiarle un pequeño secreto, yo también. Pero la Dra. Greene vendrá pronto. —Se sienta— Desearía que comieras —me regaña suavemente. Mi sangre acalorada se enfría. Dios mío, la doctora. Lo había olvidado.

—¿Qué puedes decirme acerca de la Dra. Greene? —le pregunto para distraernos a los dos.

—Ella es la mejor obstetra-ginecóloga en todo Seattle. ¿Qué más puedo decir? —Se encoge de hombros.

—Pensé que iba a ver a tu doctor y no me digas que realmente eres una mujer porque no te creeré.

Me mira como diciendo no seas ridícula.

—Creo que es más apropiado que veas a un especialista ¿no? —dice suavemente.

Asiento. Dios, si ella es la mejor obstetra-ginecóloga y él lo ha programado para que me vea un domingo, ¡al mediodía! No puedo imaginarme cuánto cuesta eso.

Zayn frunce el ceño de repente, como si recordara algo desagradable.

—Anastasia, a mi madre le gustaría que vengas a cenar esta noche. Creo que Elliot también le preguntará a Kate. No sé qué piensas sobre eso. Sería extraño para mí presentarte a mi familia.

¿Extraño? ¿Por qué?

—¿Estás avergonzado de mí? —No puedo ocultar el tono herido en mi voz.

—Por supuesto que no. —Pone sus ojos en blanco.

—¿Por qué es extraño?

—Porque nunca antes lo he hecho.

—¿Por qué puedes poner tus ojos en blanco y yo no?

Parpadea.

—No fui consciente de que lo hice.

—Normalmente yo tampoco —le digo, enojada.

Zayn me mira, sin hablar. Taylor aparece en la puerta.

—La Dra. Greene está aquí, señor.

—Acompáñala a la habitación de la señorita Steele.

¡La habitación de la Señorita Steele!

—¿Lista para algunos anticonceptivos? —me pregunta mientras se levanta y me ofrece su mano.

— No vas a venir —jadeo, sobresaltada.

Él ríe.

—Pagaría mucho dinero para mirar, créeme Anastasia, pero no creo que la doctora lo apruebe.

Tomo su mano, él me atrae hacia sus brazos y me besa profundamente. Caigo en sus brazos, tomada por sorpresa. Su mano está en mi cabello sosteniendo mi cabeza y me atrae contra él, su frente contra la mía.

—Estoy tan feliz de que estés aquí —susurra—No puedo esperar a tenerte desnuda.

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