sábado, 11 de mayo de 2013

Capítulo 19.

Me aleja de golpe. Me estremezco. Se sienta en la cama y tira el condón usado a una cesta de basura.

—Vamos, necesitamos vestirnos… eso si quieres conocer a mi madre.

Sonríe, salta fuera de la cama y se pone los jeans, ¡sin ropa interior! Lucho por sentarme mientras sigo atada.

—Zayn… no puedo moverme.

Su sonrisa se hace más grande, se inclina y desata la corbata. El patrón del tejido ha dejado una marca alrededor de mis muñecas. Es… sexy. Me mira. Está divertido, sus ojos danzando con alegría. Besa mi frente y me sonríe abiertamente.

—Otra primera vez —reconoce, pero no tengo ni idea de lo que está hablando.

—No tengo ropa limpia aquí. —De repente, siento pánico y considerando lo que acabo de experimentar, el pánico no me agrada. ¡Su madre! —Tal vez debería quedarme aquí.

—Oh, no, no lo harás —amenaza Zayn—Puedes usar algo mío.

Se ha puesto una camiseta blanca y pasa una mano por su cabello de recién follado. A pesar de mi ansiedad, pierdo el tren de mi pensamiento. ¿Me acostumbraré alguna vez a ver a este hermoso hombre? Su belleza es despampanante.

—Anastasia, podrías estar usando un saco y aun así te verías encantadora. Por favor, no te preocupes. Me gustaría que conocieras a mi madre. Vístete. Sólo iré a calmarla. —Su boca se presiona en una línea dura—Te espero en esa habitación en cinco minutos, de otra forma, vendré y te arrastraré hasta ahí yo mismo en lo que sea que estés usando. Mis camisetas están en este cajón. Mis camisas en el armario. Busca tú misma.

Sus ojos me observan especulativamente por un momento y deja la habitación.
La madre de Zayn. Esto es mucho más de lo que esperaba. Tal vez conocerla pondrá una pequeña parte del rompecabezas en su lugar. Puede ayudarme a entender por qué Zayn es del modo que es… Repentinamente, quiero conocerla. Recojo mi camisa del suelo y estoy encantada de descubrir que ha sobrevivido la noche prácticamente sin ninguna arruga. Encuentro mi sujetador azul bajo la cama y me visto rápidamente. Pero si hay una cosa que odio, es no usar bragas limpias. Busco a través de los cajones de su vestidor y me encuentro con el que contiene sus boxer. Luego de ponerme un par de Calvin Klein grises ajustados, me pongo mis pantalones y mis Converse.

Tomando mi chaqueta, me meto al baño y miro mis ojos demasiado brillantes, mi cara ruborizada… ¡Y mi cabello!, las coletas de recién follada no me van. Rebusco en las gavetas para encontrar un cepillo y encuentro un peine. Tendrá que servir. Una cola de caballo es la única respuesta. Le doy un vistazo desesperado a mi ropa. Tal vez debería aceptar la oferta de Zayn sobre su ropa. Mi subconsciente tuerce los labios y modula la palabra “ja”. La ignoro. Deslizándome en mi chaqueta, satisfecha de que los puños cubran los reveladores patrones que dejó su corbata, doy una última mirada ansiosa al espejo. Esto tendrá que servir. Me dirijo a la sala principal.

—Aquí está ella. —Zayn se pone de pie.

Su expresión es cálida y apreciativa. La mujer de cabello arenoso junto a él se gira y me sonríe. Se pone de pie también. Está impecablemente vestida en un traje de falda color marrón con zapatos a juego. Se ve arreglada, elegante, hermosa y yo muero por dentro un poco, sabiendo que me veo como un desastre.

—Madre, esta es Anastasia Steele. Anastasia, esta es Grace Malik Army.

La Dra. Malik-Army me extiende su mano.

—Qué placer conocerte —murmura.

Si no estoy equivocada, hay sorpresa y tal vez un aturdido alivio en su voz y un cálido resplandor en sus ojos color avellana. Tomo su mano y no puedo evitar sonreír con igual calidez.

—Dra. Malik —murmuro.

—Llámame Grace. —Sonríe y Zayn frunce el ceño—Usualmente soy la Dra. Malik y la señora Malik es mi suegra. —Hace un guiño—. Entonces, ¿cómo se conocieron ustedes?

Mira de manera interrogante a Zayn, incapaz de ocultar su curiosidad.

—Anastasia me entrevistó para el periódico escolar de la universidad porque estaré entregando los títulos esta semana.

—Entonces, ¿te graduarás esta semana? —pregunta Grace.

—Sí.

Mi celular comienza a sonar. Kate, apuesto.

—Discúlpenme.

Está en la cocina. Me acerco y me inclino sobre la barra de desayuno, sin verificar el número— Kate.

—¡Dios mío! ¡Anastasia! —Oh, es Justin. Suena desesperado— ¿Dónde estás? He estado intentando contactarte. Necesito verte, disculparme por mi comportamiento del viernes. ¿Por qué no me has regresado las llamadas?

—Mira Justin, ahora no es un buen momento. —Miro ansiosamente a Zayn que me está mirando intensamente, su rostro impasible mientras le murmura algo a su mamá. Le doy la espalda.

—¿Dónde estás? Kate está siendo muy evasiva —se queja.

—Estoy en Seattle.

—¿Qué estás haciendo en Seattle? ¿Estás con él?

—Justin, te llamaré más tarde. No puedo hablar contigo ahora. —Cuelgo.

Camino con indiferencia de regreso hacia Zayn y su madre. Grace se encuentra en plena diatriba.

—… Y Elliot llamó para decir que estabas por aquí. No te he visto en dos semanas, querido.

—¿Lo hizo? —murmura Zayn, mirándome con expresión indescifrable.

—Pensé que tal vez podríamos almorzar juntos, pero puedo ver que tienes otros planes y no quiero interrumpir tu día. —Toma su largo abrigo color crema y se gira hacia él, ofreciéndole su mejilla. Él la besa brevemente, de forma dulce. Ella no lo toca.

—Tengo que llevar a Anastasia a Portland.

—Por supuesto, querido. Anastasia, ha sido un placer. Espero que nos encontremos otra vez.

Me extiende su mano, sus ojos brillantes y las sacudimos.

Taylor aparece de… ¿dónde?

—¿Señora Malik? —pregunta.

—Gracias, Taylor. —La escolta fuera de la sala y a través de las puertas dobles hacia el vestíbulo.

¿Taylor estuvo aquí todo el tiempo? ¿Cuánto tiempo ha estado aquí? ¿Dónde ha estado?

Zayn me mira.

—Entonces, ¿el fotógrafo llamó?

Mierda

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